Estados Unidos
La mujer podrá votar en Arabia Saudí
Es el último país del mundo que discriminaba por razón de sexo
EL CAIRO- Las mujeres en Arabia Saudí estaban pidiendo a gritos que se les permitiera conducir un coche, pero ayer obtuvieron repentinamente el derecho a votar y a presentarse como candidatas a las próximas elecciones locales. Así lo anuncio el rey Abdala en la apertura del curso parlamentario de la Shura, consejo consultivo en el que las mujeres también podrán optar a ser miembros a partir de la próxima legislatura, tal y como aseguró el monarca, que es el que elige a dedo a los 150 miembros de este órgano. «Rechazamos marginar a las mujeres de aquellos ámbitos de la sociedad en los que pueden participar acorde con la sharia [ley islámica]», dijo el monarca, quien aseguró que la decisión había sido tomada tras consultar a los ulemas, encargados de interpretar la ley religiosa.
La medida no se aplicará en las elecciones municipales del próximo jueves en Arabia Saudí, las segundas de la historia del país, después de las de 2005, y las únicas elecciones por sufragio popular que se celebran en ese país. Los ciudadanos sólo pueden elegir a sus representantes a nivel local y sólo a la mitad de ellos, ya que el resto son designados por el rey, al igual que ocurre con todas las instituciones políticas y religiosas saudíes. Las mujeres tendrán que esperar a votar a la próxima legislatura, dentro de cuatro años, y a la renovación de la Shura, dentro de dos años.
«Esto no afectará a la vida diaria de las mujeres en Arabia Saudí. ¡Necesitamos un cambio real ya!», dijo a LA RAZÓN una «twittera» saudí, en un día en el que el anuncio del rey Abdala fue de lo más comentado en las redes sociales del mundo árabe: muchas felicitaciones y reacciones positivas, pero también críticas a una medida que tomó por sorpresa a las activistas y a las mujeres saudíes.
El paso dado por el monarca puede resultar simplemente simbólico, porque los consejos locales tienen escasa influencia en el gobierno del país, pero de esta forma las mujeres empezarán a participar en la vida política, algo que muchos todavía rechazan en Arabia Saudí. «Los hombres se acostumbrarán así a que las mujeres empiecen a tener un papel más amplio», aseguró la joven saudí en Twitter. Su inclusión en la Shura puede resultar más significativa, ya que este consejo es el único de todas las monarquías del Golfo Pérsico en el que aún no hay mujeres. Puede que la decisión del anciano mandatario busque simplemente apaciguar al sector de la sociedad que se ha mostrado más activo y más desafiante en el marco de las revueltas árabes, que no han tenido prácticamente ningún conato en Arabia Saudí, excepto contadas y minoritarias protestas, reprimidas por las Fuerzas de Seguridad, la mayor parte protagonizadas por la minoría religiosa chií.
El rey Abdala ofreció el pasado mes de marzo ayudas sociales y financiación a sectores clave por valor de 93.000 millones de dólares para prevenir cualquier tipo de descontento u oposición, cuando la «primavera árabe» parecía estar prendiendo en el Golfo Pérsico. «Nunca hubo una posibilidad real de revolución en Arabia Saudí, pero tras el reparto del dinero, todos están satisfechos y tranquilos», explicó a este periódico Mustafa Jalil, investigador social egipcio, gran conocedor del reino. Las únicas a las que la casa real no consiguió callar fueron las mujeres, que lanzaron su propia revolución, desafiando las normas sociales, que les prohíben conducir. En junio pasado varias de ellas se atrevieron a ponerse al volante y algunas fueron arrestadas, pero en general las autoridades toleraron la protesta. En su discurso de ayer, el rey Abdalá no hizo referencia a la cuestión, aunque reconoció las demandas de una «modernización moderada».
«Las mujeres saudíes preferirían que se les concediera el derecho a conducir antes que el de votar: beneficiaría a un número mucho mayor y de forma directa», explicó Mustafa Jalil, quien dijo que todavía existe una cierta oposición social al hecho de que las mujeres se pongan al volante. La pregunta es si, en el futuro, cuando las mujeres saudíes vayan a votar o a hacer campaña, podrán conducir su propio vehículo, o tendrán que hacerlo acompañadas de sus maridos.
Arabia Saudí está gobernada por una monarquía con poderes absolutos y en ella rige una estricta interpretación de la «sharía» o ley islámica. Además de no poder conducir, tampoco pueden viajar fuera del país sin un varón de la familia.
Las reformas del rey Abdala
El rey Abdala es considerado reformista en el marco de una sociedad ultraconservadora como la saudí, en la que los clérigos tienen un papel fundamental y dictan la Ley. El monarca abrió, por ejemplo, una universidad mixta para chicos y chicas, lo cual molestó a las autoridades religiosas, que suelen dar el beneplácito a sus políticas. También ha fomentado la entrada de las mujeres en el mundo del trabajo en los últimos años. El rey Abdala tiene además que lidiar con otros miembros de la familia real, que rige el país como una monarquía absoluta de otros tiempos.
En Inglaterra y Estados Unidos comenzó el movimiento sufragista femenino alentado por los avances derivados de la Revolución Industrial y la Revolución Francesa, periodo en el que la mujer fue considerada una «ciudadana pasiva». En Inglaterra este debate llegó al Parlamento en 1867, pero fue rechazado, y en Nueva Jersey se aprobó por error el derecho al voto de la mujer (en el texto se usó la palabra «personas» en lugar de «hombres»). El acuerdo fue revocado años después. El primer país que instauró el derecho sin restricciones fue Nueva Zelanda en 1893. Lentamente, se extendió por otras naciones occidentales antes de superar una vieja barrera: su condición de ama de casa le impedía ejercer el voto. A medida que se produjo la incorporación al trabajo de la mujer, las fichas del dominó fueron cayendo. En España, la llegada de la República marcó el punto de inflexión y en 1931 se aprobó el sufragio femenino con un papel muy destacado de Clara Campoamor (en la foto). Uno de los últimos países occidentales en conceder el voto a las mujeres fue la civilizada Suiza en 1974. En los países de tradición islámica, Azerbayán fue el primero en dar el paso, seguido, en 1930, por la república fundada por Ataturk en Turquía. En el entorno geográfico de Arabia Saudí, cabe citar a Qatar, Omán, Bahréin y Kuwait, países que en los últimos años han aprobado este derecho.
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