Estados Unidos
Ana Torroja: «Me gustaría ser unos centímetros más alta»
«Me siento feliz, sonriente, y eso es lo que quería transmitir». Así de rotunda se muestra Ana Torroja. Emana buen rollo y vitalidad. Quiere vivir el presente, el hoy, el ahora. Su carácter luchador la ayudó, hace dos años, a superar el trágico accidente de tráfico que sufrió junto a su amiga Esther Arroyo y en el que murió uno de los pasajeros.
«Cuando te ocurren cosas como ésta te das cuenta de que existe una línea muy estrecha entre estar aquí y no estar. Por eso ya no hago planes. Disfruto cada momento como si fuera el último», explica. También reconoce que desde ese entonces se siente como si hubiera nacido de nuevo: «He vuelto a encontrar a la niña que fui. Derrocho energía, disfruto con todo. Los niños quieren las cosas ya, sólo viven el presente. La vida es así para ellos, el pasado no existe», añade. En su nueva forma de ver la vida, hay un libro que se ha convertido en su obra de cabecera, «El poder del ahora». «¿No lo has leído? Deberías hacerlo», aconseja. También se confiesa seguidora de las filosofías orientales, todas aquellas que abogan por el presente: «Desconectas mucho la mente cuando vives el ahora y es lo que me ha ayudado».
La que fuera líder de Mecano ha aprendido mucho de esta experiencia y por eso llega con «Sonrisa», su quinto álbum en solitario y con el que busca que «la gente sonría, que lo que necesita es creérselo, buscar la felicidad». La idea de este CD es que la gente se levante llena de energía y de optimismo. Lleva treinta años subida a los escenarios y no se arrepiente de nada. Por eso le encanta recuperar las canciones que tan famosos hicieron a Mecano y que siempre incluye en su repertorio: «No creo que hoy se pudiera formar un grupo como el que compusimos Nacho, José y yo. Cada cosa tiene su momento y aquél fue el nuestro». Sus canciones se han convertido en la música de todo adolescente, no importa que no los hayan conocido. Y es que sus letras conectan con grandes y con pequeños. «A mi hija no le pongas otra cosa que no sea Mecano porque no le gusta. Aunque con ‘‘Sonrisa'' también se divierte, así que eso debe ser una buena señal, ¿no?», bromea.
Unos centímetros más
Está fantástica, no se le nota ninguna secuela del accidente en el que se rompió la clavícula y es que Ana Torroja se cuida mucho. Cada mañana sale a pasear un hora y después se ejercita en el gimnasio. Además «cuido mucho mi alimentación y trato de comer lo más sano posible», explica. Las únicas dos cosas que pueden cambiar su ritmo de vida son la promoción de su disco y su hija, que se ha convertido en su mayor prioridad: «Si tengo 60 minutos libres, 40 son para ella. No sólo nos divertimos juntas, sino que aprendemos mucho la una de la otra».Ya ha terminado la entrevista y Ana «por fin» puede bajarse de sus altísimos tacones, y es que reconoce: «Si pudiera cambiar algo de mi físico sería mi estatura. Me encataría ser unos centímetros más alta», confiesa.
El cómplice Bosé
Hace diez años que la cantante y su íntimo amigo Miguel Bosé se embarcaron en el «tour» «Girados», un intenso paseo por España, Estados Unidos y parte de America Latina. Cuando terminó la gira, negaron una futura colaboración, pero lo cierto es que no pueden evitar sentirse cómplices. Uno de los temas de «Sonrisa» lo canta a dúo con él. «Me encantaría que el próximo año, cuando me vaya de gira, cantara conmigo en algún concierto». Porque «Cardio», el último trabajo de Miguel Bosé, también es un canto «al buen rollo». Será porque ambos están viviendo con intensidad la cincuentena. «Es verdad que los dos trabajos surgen con la misma idea. Estamos en la misma onda, somos de la misma generación y él también está muy a gusto en su piel, como yo».
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