Caso Bretón
El juzgado se olvidó de citar a «Pitoño»
La sesión comenzó dos horas tarde por la ausencia del principal imputado
Madrid- El retraso que lleva el juicio por el caso «Ussía» –para el jueves estaba prevista la declaración de once testigos y sólo lo hicieron tres– obligó a fijar una nueva jornada para ayer, día que no estaba previsto en los señalamientos. Así, a las diez de la mañana, todos estaban en sus «puestos»: jurado, letrados y los dos acusados en libertad. Pero faltaba el principal acusado: Antonio Sánchez, en prisión desde hace dos años. Nadie avisó a la Guardia Civil de ningún traslado así que «Pitoño» ayer campaba tranquilamente por la cárcel de Soto del Real. Según un portavoz del Instituto Armado, la prisión recibió a las 10:35 horas el fax en el que se solicitaba que el reo tenía que estar a las 10:00 horas en la Audiencia Provincial. Las mismas fuentes indican que se preparó «automáticamente» la conducción para trasladar al imputado hasta la calle Santiago de Compostela de la capital, sede de la Audiencia. «Pitoño» apareció en la Sala a las 12:25 horas. Camisa blanca Ralph Lauren, vaquero azul y cinturón negro. Esposado, los agentes de la Policía Nacional le trasladaron detrás del biombo solicitado por los testigos. Una mampara que ayer tenía una rendija abierta a través de la que, en un momento de la sesión, «Pitoño» se asomó. Varios amigos de Álvaro le vieron y, al parecer, uno de ellos masculló «hijo de puta». Nadie le escuchó pero «Pitoño» le leyó los labios y se chivó al agente que custodia a los acusados. Éste lo comunicó a su abogada y Miriam Vergara protestó. La presidenta de la Sección 23 de la Audiencia, María Riera, ordenó a la media docena de amigos abandonar la Sala.
Ayer, declaró gente que no conocía «de nada» a Álvaro y que presenció la agresión. El primero fue Christian González, quien aseguró que se quedó «petrificado» por ver «a un tío tan grande caer sobre una persona de esa manera». «He hecho artes marciales y sé lo que son los golpes. Eso fue una brutalidad». El tema de las rodillas, si fueron dos o una, volvió a acaparar ayer buena parte de las preguntas de la defensa del principal acusado, Miriam Vergara. «Se dejó caer con las dos rodilla pero creo que sólo le impactó una», zanjó el testigo. Éste aseguró haber escuchado a los camareros que sacaban los cubos de basura aquella noche decir que «Pitoño» estaba «escondido en el cuarto de baño» y que él y su amigo fueron a comunicarlo a la Policía. También declaró Lucía F. quien dijo que, antes de la agresión mortal, mientras Álvaro subía las escaleras, uno de los porteros dio un «manotazo» en la cara a Ussía y éste se dio con la barandilla, una agresión también observada por la tercer testigo: Tamara Sánchez. Ante varias respuestas dubitativas de ésta, la abogada de Pitoño le increpó: «¿Tiene usted amnesia? Hoy todos los testigos tiene amnesia». El comentario y otras preguntas reiterativas provocaron una discusión entre Vergara y la jueza, quien advirtió a la abogada que «estaba acosando» a los testigos. Tras un receso de una hora se reanudó la sesión. Entre otros, testificó un socorrista que esa noche atendió a Álvaro y que entonces era relaciones públicas del local. Indicó que Ussía en ningún momento tocó el culo María. El joven reconoció que haber mentido en su declaración policial y contó detalles que le había dicho su amigo Rafael sin que él los hubiera presenciado. «Dos días antes había muerto mi amigo. Estábamos muy mal», recalcó.
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