Emergencia

Guía de supervivencia ante un “gran apagón”

En palabras de la ministra austriaca, Klaudia Tanner, se trata de “un peligro real”

En la imagen, un hombre se prepara para lo peor
En la imagen, un hombre se prepara para lo peorLa Razón

En los últimos días, el Ministerio de Defensa austriaco ha lanzado una campaña para concienciar a sus ciudadanos sobre cómo actuar en caso de un “gran apagón”. Es decir, en caso de que todo el sistema eléctrico del país se venga abajo durante unas dos semanas.

Puede que para muchas personas, la decisión de las autoridades austriacas sea exagerada, o que -incluso- genere un alarmismo innecesario en la población; pero si hace unos años nos hubieran dicho que tendríamos que hacer frente a una pandemia global, con confinamientos y con medidas sanitarias extremas, muchos nos habríamos reído.

Ahora bien, estas cosas pasan.

Las causas de un posible apagón energético son varias, y van desde fallos técnicos o sobrecargas por picos de demanda, hasta desajustes en el sistema eléctrico.

Por ejemplo, en 1989, millones de personas se quedaron a oscuras en Québec (Canadá) debido a una virulenta tormenta geomagnética; o en el año 2003, cuando muchas personas en noreste de Estados Unidos y Canadá se enfrentaron a un corte de luz que duró hasta dos semanas en algunas regiones. Un problema que fue causado por un error de software en el sistema de alarma de una compañía energética, que hizo que los operadores no tuvieran conocimiento de una sobrecarga del sistema.

En palabras de la ministra Klaudia Tanner, se trata de “un peligro real”. Y nunca está de más estar preparado.

El reto que ha dejado el Gobierno austriaco a sus ciudadanos para empezar a prepararse, es plantearles una sencilla pregunta: ¿Qué te llevarías a un camping durante dos semanas?

Si tratas de darle respuesta a esta pregunta, empezarás a entender hasta qué punto nuestra sociedad depende de un suministro eléctrico estable. Conllevaría que semáforos, ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos, internet y muchos otros servicios dejaran de funcionar, exponiendo la fragilidad de un día a día cada vez más digitalizado.

Si eres de los que piensan que más vale prevenir que curar, aquí tienes una guía con todo lo que necesitas saber para afrontar un “gran apagón”:

El momento crucial

Es posible que tú y tu familia os encontréis fuera de casa en el momento del apagón. Por eso, es importante pensar antes de que eso suceda, en un punto de encuentro para reunirte con ellos. Además de lo que dicta la lógica, que es que el punto de reunión será la seguridad de tu hogar; probablemente quieras ser precavido y acordar un segundo punto... por lo que pueda pasar.

Recuerda que las líneas de telefonía móvil seguramente aguanten en pie durante algún tiempo. Estas empresas están preparadas para este tipo de eventualidades y tienen generadores eléctricos de emergencia y baterías adicionales, que podrían hacer que los servicios de telefonía siguiesen funcionando durante algún tiempo.

Repetidores de telefonía sobre edificios de Madrid
Repetidores de telefonía sobre edificios de MadridJesús G. FeriaLa Razon

Si esto ocurre, no utilices el teléfono a menos que sea absolutamente necesario. Y sobre todo, no llames a los servicios de emergencia a menos que no haya una emergencia real. Si todo el mundo empieza a contactar al mismo tiempo se colapsarán las líneas y podría generarse un problema mayor. Lo mejor que puedes hacer es no tocar el móvil salvo para bajar el brillo de la pantalla y activar el modo ahorro de batería.

También es posible que el apagón suceda cuando estás en tu vehículo. Ten en cuenta, primero, que si se cae la red eléctrica, conducir es un ejercicio de alto riesgo. El sistema de iluminación pública y los semáforos no funcionarán, puede que haya peatones desplazándose por la carretera o que algún vehículo se quede sin combustible y bloquee la calzada.

Ante esta eventualidad lo principal que debes hacer es limitar al máximo los desplazamientos en coche, y solo utilizarlo para volver a casa o para ir a un hospital en caso de una emergencia médica.

Una buena idea es mantener siempre el depósito de combustible por encima de la mitad. Y tampoco sería mala idea tener una “mochila de emergencias” preparada en tu vehículo que te permita cubrir tus necesidades durante 48 horas. Incluyendo abrigo, comida, agua potable, etc...

Si el apagón te pilla cuando estás en tu casa, abre el grifo de la bañera. Si consigues hacerte con una gran cantidad de agua antes de que se corte el suministro, tendrás reservas suficientes como para aguantar mucho tiempo. Y además es agua potable, lo que no limitará su uso únicamente a la limpieza y el saneamiento.

Aprovisionar la despensa

Si has hecho el ejercicio que planteaban las autoridades austriacas, seguramente te haya venido a la cabeza que cubrir las necesidades de toda tu familia durante dos semanas no es tan fácil cómo parece, y seguramente habrás pensado también en todo lo que puede consumir un ser humano medio a lo largo del día.

El frigorífico y el congelador no podrán conservar la comida durante demasiado tiempo. Podrás aprovechar estos alimentos durante un día o dos, pero no serán suficientes, ni de cerca, para cubrir las necesidades de tu familia durante dos semanas.

Además, tienes que pensar que en caso de que algo así ocurra, no serás el único que se enfrente a este problema. Si se va la luz por mucho tiempo, las estanterías de las tiendas no tardarán mucho en quedarse vacías. Por ese motivo, aprovisionar tu despensa con agua potable, latas, conservas, productos secos, y en general, productos no perecederos, nunca es una mala idea.

Preparacionismo
PreparacionismoLa Razón

Abastécete lentamente. Empieza por asegurar los suministros para 48 horas, y poco a poco, ve aumentando tus objetivos hasta tener la despensa preparada para que tu familia pueda sobrevivir durante 15 días, sin demasiados inconvenientes. Eso sí, siempre debes tener en cuenta las fechas de vencimiento de los productos.

Puede parecer una tontería, pero recuerda tener al menos un abrelatas a mano. Lo último que necesitas en una situación tan crítica es que algún miembro de tu familia se haga un corte de gravedad tratando de abrir una lata con un cuchillo.

También debes pensar en cómo calentar la comida. Puede parecer un asunto baladí, pero un plato caliente puede hacer maravillas para levantar el ánimo durante una situación de crisis. Si en tu casa tienes la suerte de contar con una chimenea o una barbacoa, puede que hayas resuelto ya este problema. Pero si no es el caso, sería recomendable que buscases alternativas, como hornos que funcionen con energía solar o infernillos que funcionen con pequeñas bombonas de propano (acuérdate que también tienes que tener reservas de este combustible).

Pero ante todo, el consumible más indispensable para cualquier situación de este tipo es el agua potable. Piénsalo, ya sea para el consumo, la cocina o la higiene; el agua siempre será esencial. Por ese motivo, es importante que en tu despensa tengas agua suficiente para, al menos, una semana.

Y si no tienes suficiente espacio para tantísima cantidad de agua, es posible que quieras plantearte cómo vas a sortear este imprevisto con herramientas diseñadas para purificar el agua.

Otros suministros que debes guardar son las pilas. Muchas pilas. Son la mejor manera de disponer de energía instantánea para aparatos de poca potencia. Un buen ejemplo de ello son las linternas, reparte varias en distintos lugares de tu vivienda para que siempre haya una a mano.

También es importante que te hagas con una o varias radios que funcionen con pilas. Es un aparato esencial en una situación de emergencia, porque nos permitirá estar al tanto de las comunicaciones y de los avisos oficiales.

Calefacción

Si ocurre lo peor durante el invierno, debes estar preparado. El invierno en algunas zonas de nuestro país no es ninguna tontería. Por eso, tienes que encontrar la forma de mantenerte caliente a ti y a tu familia. Elige una habitación (normalmente el salón) y concéntrate en pensar como podrías alojar allí a tu familia a una temperatura adecuada.

Los sacos de dormir son una buena opción. Asegúrate que el rango de temperatura de confort sea lo más alto posible. Dado que no vas a tener que desplazarte, y el peso del saco de dormir no es una variable a tener en cuenta, lo mejor es que la tela tenga suficiente grosor como para conservar el calor corporal de la forma más eficiente posible.

También debes tener mantas y ropa de abrigo para todos los miembros de tu familia; y en caso de que tengas la fortuna de contar con una chimenea en casa, asegúrate de tener leña suficiente, o en su defecto, un hacha que pueda ayudarte a proveerte de ella.

Salud

Ten en cuenta que en el peor de los casos, no tendrás acceso a medicamentos. Medicamentos que pueden ser indispensables para tu supervivencia o para la de algún miembro de tu familia. Lo más seguro es que cubrir esta eventualidad se convierta en una de las prioridades de las autoridades. Pero, en cualquier caso, tener medicamentos adicionales en tu hogar puede ayudarte a salvar una vida.

Si en tu familia hay personas vulnerables, como bebés, ancianos o enfermos crónicos, tendrás que hacer un ejercicio adicional para asegurar que pasan esta crisis sin ningún percance.

Esto no es sencillo de hacer. Hay medicamentos con receta que no pueden comprarse a capricho y en cantidades industriales. Por ese motivo, y si usted está preocupado por esta eventualidad, consulte a su médico para buscar una solución adecuada.

También tienes que tener en cuenta que los accidentes ocurren. Tener un kit de primeros auxilios en tu hogar, no es solo esencial en una situación de emergencia (como un “gran apagón”); en tu día a día deberías tener la seguridad de que dispones de todas las herramientas necesarias para atender una emergencia, y sobre todo, saber usarlas.

Saneamiento y limpieza

Los sistemas de alcantarillado necesitan electricidad para funcionar, y tu inodoro necesita agua. Sin estos suministros, deshacerse de los desechos y mantener unas condiciones mínimas de higiene se hace francamente complicado.

Recuerda que no es necesario ducharse todos los días. Durante la gran mayoría de la historia de la humanidad, los seres humanos se han lavado poco... o muy poco. Ahora bien, en el siglo XXI sabemos que la higiene es la mejor prevención contra infinidad de enfermedades.

Cuando hablamos de higiene, tenemos que hablar de jabón, de productos de limpieza, artículos de higiene femenina, etc... No olvides almacenar una buena cantidad de estos suministros en tu despensa.

Lo ideal, en caso de un apagón generalizado y duradero, sería disponer de una reserva de agua (no necesariamente potable). De esta forma, tendríamos la posibilidad de limpiarnos y de rellenar la cisterna a placer.

Pero no todo el mundo habrá llegado a tiempo para rellenar la bañera con agua potable; y no todo el mundo tiene un depósito o una piscina en casa de la que poder echar mano. Si esta es tu situación, encuentra la manera de solventar el problema. Recolectar agua de lluvia o de un río puede ser una buena alternativa.

Y recuerda: en caso de emergencia, una pala siempre es un buen aliado.

Otras cosas a tener en cuenta:

  • Disponer de dinero en efectivo será la última alternativa cuando no funcionen las tarjetas de crédito o débito.
  • Hazte con un extintor y tenlo siempre preparado. Recuerda que cualquier extintor deja de ser funcional pasada una fecha de vencimiento. Por eso, hay que renovarlo cada cierto tiempo.
  • Consulta la enorme oferta de productos disponibles para este tipo de situaciones de emergencia. (sobre todo aquellos que funcionan con energía solar). Y si estas realmente preocupado por un corte generalizado, puede que lo más apropiado para ti sea hacerte con un generador eléctrico.