Por culpa de sus hijos

Aramís Fuster se desmaya en directo dando un susto tremendo a Sonsoles Ónega

La bruja regresaba para denunciar que lleva 24 años sufriendo el desprecio de sus hijos, quienes la han repudiado. No aguantó la tensión

Aramís Fuster
Aramís Fuster Y ahora Sonsoles

Susto mayúsculo el que ha vivido Sonsoles Ónega este jueves en su programa de Antena 3. ‘Y ahora Sonsoles’ recibía a Aramís Fuster en su seno, dándole la oportunidad de poner en conocimiento del público lo que está sufriendo junto a sus hijos. Lo hacía a través de una llamada telefónica, dispuesta a denunciar que lleva muchos años sin tener noticias de sus hijos, Karim y Aramís. Es una madre destrozada por el desprecio que siente por su parte: “A una madre no se la olvida, no se la repudia de esta manera. Hace más de 24 años que no sé de ellos, me tienen bloqueada de redes sociales, en sus teléfonos.Ellos se distancian de mí, influidos por mi exmarido, porque no supo entender que yo aguanté 13 años y quise divorciarme. Él y la alta sociedad catalana no lo entendió, a partir de entonces todo fueron disgustos”, recuerda la bruja más famosa de nuestro país, al menos sí la más televisiva.

Está delicada de salud y terminó perdiendo la conciencia en conversación con el programa de Sonsoles Ónega, dejando a todos muy preocupados. Está dolida por estar 24 años sin mediar palabra con sus hijos, a quienes echa de menos, aunque tenga para ellos muchos reproches enquistados en su corazón: “Fíjate qué cosa tan triste, que el mayor se casó con mi secretaria, mucho mayor que él. Lo encoñó y se fue con ella. Dicen que tengo cinco nietos, pero no me han dejado conocerles”, denunciaba con tristeza y sin poder contener las lágrimas al verse alejada de los que un día fueron su gran orgullo: “Todo lo que he hecho no ha servido para nada. Además, hace unos años supe que soy superdotada, tengo una inteligencia de Einstein y Bill Gates, gracias a eso he podido sobrevivir. Mientras los demás duermen, yo pienso, yo no duermo”, reflexiona sobre cómo ha logrado adaptarse a tan precaria situación familiar.

Pero su portentoso cerebro no le salva de tener una salud delicada, especialmente aquella relacionada con lo mental y lo emocional: “Estoy muy enferma, estoy enferma de dolor, tengo na depresión tremenda. Estoy medicada, me negaron la jubilación porque me faltaba un día, tengo que seguir viviendo hasta que yo quiera, pero es que no quiero vivir. Tengo una enfermedad intestinal, de la que es muy difícil sobrevivir, tengo vértigos, no diré ciega, porque no quiero dramatizar, pero casi”, enumera sus males Aramís Fuster, para después dejar claro que “he venido gratis” al programa y que lo que le mueve a poner en jaque a sus hijos no es el dinero.

Aramís Fuster
Aramís FusterInstagram

“¿Para qué lucho, si no tengo ni a mis hijos ni a mi mamá? Ya no tengo ganas de vivir. Yo no soy puta, por qué no me queréis, no he matado a nadie”, pedía la vidente a cámara, lanzando un desesperado mensaje a sus hijos. Es ahí cuando Sonsoles Ónega le ha informado que han logrado ponerse en contacto con su hijo Karim, que ha reusado cualquier invitación a hablar sobre su madre, pidiendo por favor que no vuelvan a molestarle por tal finalidad. Esto ha terminado por destrozar a Aramís Fuster. Se marchó llorando desconsolada, para después caer desplomada por culpa de un desmallo entre bambalinas, cuando las cámaras ya no le enfocaban. Así lo ha contado la presentadora de ‘Y ahora Sonsoles’, advirtiendo que los servicios sanitarios de Antena 3 han tenido que acudir a su auxilio. No es la primera vez que se desmaya en televisión, pero quizá si la más dramática de todas por el contexto en el que se ha producido y porque esta vez no había gente a su alrededor riéndose de sus penas, como así sucedió en ‘Sálvame’ años atrás, con Paz Padilla siguiéndole por los pasillos de Mediaset haciendo mofa de su delicada salud y su triste situación personal.