Fortuna
Mansión con helipuerto y apenas unas rupias para sus hijos: así es el millonario indio que ha pagado más de 6 millones a Rihanna
Mukesh Ambani, el hombre más rico de la India, proclama una vida austera, pero en la preboda de su hijo tiró la casa por la ventana
A Mukesh Ambani no le importan demasiado las marcas. Si se encuentra a gusto con una prenda, la viste y repite tantas veces como sea necesario, sin fijarse en si es de trapillo o si la firma Yves Saint Laurent.Son las veleidades del hombre más rico de India y una de las diez fortunas más grandes del mundo: 115.000 millones de dólares. Lo que ha provocado que despierte curiosidad es su dispendio en la preboda del menor de sus hijos, Anant, celebrada este primer fin de semana de marzo y la indecente cantidad, como diría Richard Gere en el exquisito Rodeo Drive de Beverly Hills, con la que ha convencido a Rihanna para dar su primer concierto en mucho tiempo: 6,6 millones de dólares, aunque hay quien apunta hasta los ocho millones.
Su biografía bien merece una crónica. Nacido en Eden, una ciudad portuaria de Yemen, en 1957, es el presidente y mayor accionista de Reliance Industrias, un imperio que abarca telecomunicaciones, combustible, energía y textil que ya inició su padre. Con solo un año de vida, su familia se mudó a la populosa ciudad de Bombay (India). Hasta la década de los 70 vivió en un modesto apartamento de dos dormitorios. Poco a poco, el padre fue prosperando en los negocios y compró un edificio de apartamentos de 14 pisos llamado Sea Wind, en el barrio de Colaba. Costeó a sus dos hijos varones los mejores colegios y Ambani se graduó en el Instituto de Tecnología Química con una licenciatura en ingeniería química. Luego fue aceptado en la Universidad de Stanford para realizar un MBA, aunque antes de finalizar se volvió a la India para ayudar en el desarrollo del imperio familiar.
Un hogar con 27 plantas que no le acaba de convencer
Aparte de jets privados, yates de lujo y todas las riquezas que uno pueda imaginar, posee una de las propiedades más caras del mundo, la Torre Antilia, en Bombay. Fue diseñada en colaboración con el estudio de arquitectura Perkins & Will, con sede en Chicago, y el estudio de hostelería Hirsch Bedner Associates, con sede en Santa Mónica (California). Tiene una base de unos 37.000 metros cuadrados y 27 pisos de altura. Puede soportar un terremoto de magnitud 8 y seis de sus plantas están dedicadas al almacenamiento de coches. Dispone de 600 empleados domésticos, una estación de servicio, un templo, un cine con 50 butacas y nueve ascensores de alta velocidad. Su precio es incalculable, aunque no bajaría de los mil millones. Y con todo ello, el empresario no estaría del todo conforme con la manera en que en esta singular edificación sigue la milenaria doctrina hinduista del Vastu Shastra, según la cual la arquitectura debería inspirarse en las leyes de la naturaleza para buscar la paz y la armonía en el hogar.
Mukesh Ambani también es dueño de la Indian Premier League (IPL) y la Indian Super League, una liga de fútbol de la India. Lo paradójico de este multimillonario es que proclama la austeridad y, a su manera, la ejerció en la crianza de sus hijos, restringiéndoles la cantidad de dinero en su bolsillo a cantidades insignificantes y obligándoles al uso de transporte público.
La misma filosofía sigue su esposa, Nita Ambani, representante de la India en el Comité Olímpico Internacional. El matrimonio es conocido por su filantropía. En 2016 regaló internet gratis a más de un millón de usuarios y, según el portal Quarz, suele gastar cerca del 0,5% de su riqueza en obras humanitarias. Del futuro contrayente, Anant, se dice que es un ser muy espiritual. En 2012 donó como ofrenda a un templo un elefante blanco tailandés y antes habría donado otras especies igualmente exóticas. Después de ponerse en forma hace unos años, perdiendo 108 kilos en 18 meses, se convirtió en uno de los solteros más codiciados de la India.
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