La semana pasada los abogados de Ghislaine Maxwell pidieron al juez que la socialité británica no debería enfrentarse a más de cuatro o cinco años de prisión por su condena por tráfico sexual y su papel en los abusos sexuales a niñas adolescentes cometidos por el financiero Jeffrey Epstein durante una década; y no a los 65 años de prisión a los que se enfrenta.

Estos califican como “una parodia de la justicia que ella enfrente una sentencia que habría sido apropiada para Epstein”, quien se quitó la vida mientras esperaba un juicio federal por tráfico sexual en Nueva York en 2019. “Epstein fue el cerebro, Epstein fue el principal abusador y Epstein orquestó los crímenes para su gratificación personal. De hecho, si Ghislaine Maxwell nunca hubiera tenido la profunda desgracia de conocer a Jeffrey Epstein hace más de 30 años, no estaría aquí”, escribieron los abogados.

Antes de conocer la sentencia, el próximo 28 de junio, la defensa de Maxwell asegura que ésta “no es una heredera, ni una villana, ni una insípida mujer de la alta sociedad” y que no ha merecido el “bombo de la condena pública que pide que la encierren para siempre”. Añaden, además que su vida se ha arruinado y que desde su arresto el 2 de julio de 2020 ha sido objeto de amenazas de muerte por parte de una compañera de prisión.

Pero al parecer, y según publica ahora el tabloide británico ‘The Sun’, esta no sería la primera vez que Ghislaine habría sido amenazada de muerte, ya que los mismos abogados de ésta han sacado a la luz que el IRA conspiró para matarla mientras su padre era diputado británico, en la década de 1960.

“Décadas antes, cuando la Sra. Maxwell era solo una niña y su padre era miembro del Parlamento, las autoridades del Reino Unido encontraron una lista negra de objetivos potenciales en una casa de seguridad utilizada por el Ejército Republicano Irlandés. El nombre de la Sra. Maxwell fue el primero en la lista”, asegura su equipo legal.