Historia

Nueva York

Kerry Kennedy, juzgada por conducir bajo los efectos de un somnífero

La estadounidense Kerry Kennedy, de 54 años e hija de Robert Kennedy, compareció hoy ante un tribunal de White Plains (Nueva York), que determinará si es responsable de conducir bajo los efectos de un somnífero, como pareció ocurrir en en julio de 2012, cuando tuvo un accidente.

La estadounidense Kerry Kennedy, de 54 años e hija de Robert Kennedy, compareció hoy ante un tribunal de White Plains (Nueva York), que determinará si es responsable de conducir bajo los efectos de un somnífero, como pareció ocurrir en en julio de 2012, cuando tuvo un accidente.

Entonces Kennedy colisionó ligeramente con un camión y siguió conduciendo hasta que se paró en la siguiente salida de la autopista. Un agente de policía la detuvo, declaró que la encontró "vacilante"y sin recuerdos de la colisión.

Las pruebas que entonces se le hicieron mostraron que tenía restos de un somnífero en la sangre, pero la defensa mantiene que la acusada tomó accidentalmente una pastilla para dormir creyendo que se trataba de su medicación habitual para la tiroides.

La primera jornada del juicio en la capital del condado de Westchester, al norte de la ciudad de Nueva York, se convirtió en todo un desfile del "clan Kennedy", una de las familias más conocidas y poderosas del país.

En primer lugar llegó Ethel Kennedy, de 85 años, madre de la acusada y viuda del asesinado Robert Kennedy, seguida de sus hijos Douglas y Robert Jr., dos de los once que tuvo la pareja.

Kerry Kennedy, de 54 años y que está divorciada del actual gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, apareció después, con semblante sonriente.

La acusada es presidenta del Centro para la Justicia y los Derechos Humanos que lleva el nombre de su padre.

El camino hasta el juicio no ha estado exento de polémica, ya que es muy raro que un caso de este tipo llegue a juicio puesto que normalmente se alcanzan acuerdos con la admisión de culpabilidad y una multa.

La defensa ha argumentado que el caso no hubiera sido llevado a juicio si la acusada no fuera una Kennedy, mientras que la fiscalía mantiene que Kennedy debió detenerse cuando notó que no se sentía bien y que no debe haber trato de favor de ningún tipo a un miembro de una familia importante.

Si es declarada culpable, Kerry Kennedy podría ser condenada a un máximo de un año de cárcel, aunque al no tener antecedentes lo más posible es que fuera sentenciada a una multa o una retirada de su permiso de conducir.