Vivian Jenna Wilson critica a su padre Elon Musk y defiende los derechos trans

En una reciente entrevista con Teen Vogue, Vivian Jenna Wilson, hija de Elon Musk, se ha convertido en una voz destacada en la defensa de los derechos de las personas transgénero, especialmente frente a las políticas de la administración Trump que buscan socavar a esta comunidad.

Wilson, de 20 años, compartió su experiencia personal al iniciar su transición en 2020, destacando cómo el acceso a tratamientos de afirmación de género fue vital para su bienestar. Su historia personal la impulsa a abogar por la protección de estos servicios médicos esenciales para los jóvenes trans, enfatizando su papel crucial en la salud y la felicidad de quienes atraviesan procesos similares.

Preocupación por la política Trump

La activista también expresó su preocupación por el clima político actual, criticando las medidas de la administración Trump que afectan negativamente a las comunidades marginadas. Wilson subrayó la importancia de resistir políticas que buscan restringir derechos fundamentales y reafirmó su compromiso en la lucha por la igualdad y la justicia social.

Además, Wilson abordó la compleja relación con su padre, Elon Musk, desmintiendo especulaciones que la señalan como causa de su giro político hacia la derecha. Rechazó tales narrativas como irracionales y enfatizó que su identidad de género no debería ser utilizada para justificar posturas políticas ajenas.

A través de su testimonio, Vivian Jenna Wilson se posiciona como una defensora apasionada de los derechos trans, enfrentando con valentía los desafíos impuestos por figuras de poder y abogando por un futuro más inclusivo y equitativo.

En cuanto a la polémica surgida en enero, cuando Elon Musk fue captado realizando un gesto que muchos interpretaron como un saludo nazi durante un mitin, Wilson no dudó en expresar su opinión. En una publicación en la plataforma Threads, declaró: "Solo voy a decir que llamemos al pan pan, y al vino vino. Especialmente si sacó un segundo pan después de la reacción al primero". Esta afirmación fue interpretada como una crítica directa al gesto de su padre, sugiriendo que, en su opinión, el saludo fue intencional.