Tamara Falcó e Íñigo Onieva se escapan a México antes de Navidad: todos los detalles de su viaje détox

Tamara Falcó e Íñigo Onieva han comenzado sus vacaciones navideñas al otro lado del charco. El matrimonio ha dado el pistoletazo de salida a las fiestas desde México, en el lujoso centro de bienestar "SHA México", un lugar en el que poder relajarse que cuenta con diferentes técnicas y terapias que ayudan a sus huéspedes "a vivir más y mejor", según el explica el establecimiento.

No es la primera vez que la pareja asiste a un retiro saludable en alguno de los centros de SHA Wellnes. A lo largo de los últimos años, Tamara Falcó se ha sometido a diferentes tratamientos en esta clínica de medicina preventiva y bienestar holístico. En esta última ocasión, el matrimonio se ha decantado por el centro de México, lugar en el que también han podido disfrutar de la playa y el buen tiempo de la zona, alejados del frío de la capital.

"Me encanta venir a @shawellness porque me ayuda a conectar conmigo misma, a comer rico y sano y a sentirme más ligera. Es una experiencia maravillosa en un lugar rodeado de naturaleza, pensado para potenciar tu bienestar físico y emocional. Pasar unos días aquí significa volver con las pilar recargadas y llena de energía", ha escrito la marquesa de Griñón en su perfil de Instagram junto a un carrousel fotográfico de su estancia en el centro.

Tamara e Íñigo han disfrutado de unos días de desconexión détox al otro lado del charco para afrontar con fuerza y vitalidad la Navidad y dar la bienvenida a 2025 con su mejor versión. El precio de una semana en "SHA México" cuesta desde unos 7.000 euros y puede aumentar hasta los 18.000, dependiendo de las habitación escogida y los paquetes de salud y bienestar seleccionados.

Nochebuena con la familia política

A diferencia que el año pasado, que disfrutaron la primera parte de la Navidad con los Preysler en Miami, Tamara e Íñigo pasarán la Nochebuena en casa de Carolina Molas. Este año le toca a la marquesa de Griñón disfrutar de esta fecha tan señalada con su familia política, algo que Isabel Pesyler entiende, aunque le da mucha pena.