El pasado lunes 20 de noviembre Tamara Falcó cumplió 42 años y su marido, Íñigo Onieva, le regaló un viaje a Inglaterra por su aniversario. Su primera parada fue Londres y allí, junto a otros amigos de la socialité, festejaron el precumpleaños de la hija de Isabel Preysler en uno de los clubs más exclusivos de la ciudad. Entre las invitadas, Luis Bergel, íntima de Tamara.

Después de exprimir la capital, Tamara e Íñigo se trasladaron a la campiña inglesa para descansar y disfrutar de la zona con más encanto de Reino Unido. Durante su estancia, la socialité publicó un vídeo que hizo saltar todas las alarmas sobre un posible embarazo. Isabel Preysler, el día del cumpleaños de su hija, negó rotundamente que la marquesa de Griñón estuviese esperando su primer hijo junto al empresario.

Después de unos días en Inglaterra, la pareja ha regresado a la capital para retomar sus compromisos profesionales. Pero ha llamado mucho la atención que el matrimonio haya salido del aeropuerto por diferentes puertas. Tamara Falcó ha utilizado el servicio premium para evitar a toda costa a los medios de comunicación que la esperaban mientras que su marido ha salido por turista. Con semblante muy serio y sin ganas de hablar con la prensa, Íñigo Onieva no ha querido pronunciarse sobre ninguna cuestión relacionada con su escapada a Reino Unido.

Aunque no han trascendido los motivos por los que Tamara ha salido por una puerta e Íñigo por otra, lo cierto es que ha llamado mucho la atención que la socialité no haya querido cruzarse con la prensa, dejando solo a su marido ante las cámaras. ¿Habrá tomado esta decisión la marquesa de Griñón porque tiene algo que ocultar?