Salud
Tamara Falcó acude al hospital en medio de los preparativos de su boda con Íñigo Onieva
La hija de Isabel Preysler ha pasado varias horas en el interior de la clínica madrileña
Tamara Falcó sigue inmersa en los preparativos de su boda con Íñigo Onieva. La marquesa de Griñón y el empresario se darán el “sí, quiero” el próximo 8 de julio en la finca de El Rincón, y los detalles más importantes ya se conocen. La novia vestirá un diseño de la firma Sophie et Voilà, la comida correrá a cargo del célebre chef Eneko Atxa y la lista de regalos ya está enviada, pero todavía queda mucho por hacer y la socialité aprovecha cada hueco libre de su agenda para asegurarse de que todo salga perfecto el día más importante de su vida.
Un trabajo sin descanso que podría haberle pasado factura, a juzgar por las imágenes que llegan de Tamara Falcó. En las últimas horas, la hija de Isabel Preysler ha sido vista visitando la Clínica Ruber de Madrid, donde ha pasado varias horas. A su salida, ha evitado pronunciarse ante la prensa sobre las razones que la han llevado al hospital, aunque lucía una mascarilla que podría indicar que está pasando por algún tipo de enfermedad propia de estas fechas, como una gripe o un resfriado.
En cualquier caso, Tamara Falcó ha abandonado el hospital por su propio pie, así que parece que no hay de qué preocuparse. De hecho, no es la primera vez que visita la Clínica Ruber o algún otro centro médico de confianza, apostando por la prevención como mejor forma de encontrarse bien.
Pero podría no ser su propia salud lo que más preocupa a la marquesa estos días, sino que las palabras de su examigo, Boris Izaguirre, sobre su amistad rota también podrían haber hecho mella en su estado anímico. El venezolano lamentó públicamente que “ya no sé cómo pedirle perdón” para que puedan reconducir su relación, pero todo apunta a que la aristócrata sigue cerrada en banda y, de momento, no tiene intención de reconciliarse con el escritor.
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