La familia Montes se ha reunido para asistir a la boda de Sibi Montes, que ha jurado amor eterno a su amado, Mateo Ibáñez Pacheco, con el Puerto de Santa María de Cádiz como telón de fondo a la idílica ceremonia. La pareja ha intercambiado alianzas y pronunciado el esperado ‘sí, quiero’, en la iglesia de San Francisco, donde se han citado con sus respectivas familias y amigos íntimos para brindar por el triunfo del amor. Después de más de tres años de noviazgo, la pareja ha querido dar un paso más en su relación y unir sus caminos mediante una boda en la que, irremediablemente, las miradas también se iban a sus invitados. Y es que entre ellos había algún que otro rostro habitual en el kiosco rosa y muchos momentos simpáticos de los que dar buena cuenta después en los corrillos nupciales.

Así, se ha comentado mucho la llegada triunfal de la novia del brazo de su hermano Curro, impresionante con un diseño de Antonio García que ha conquistado a las expertas en moda. También ha recibido muy buenas críticas la elección de su hermana, Lourdes Montes, que se ha decantado por el morado para tan importante cita. La familia de su marido, Francisco Rivera, ha sido de los que más miradas han acaparado, también flashes, pues los reporteros daban buena cuenta de sus movimientos a su llegada y salida del acto religioso.

Así se ha podido constatar que Tana Rivera, que no ha querido perderse el enlace de Sibi Montes, ha acudido a la cita en solitario. Ni rastro de su novio, Manuel Vega, lo que ha sido muy comentado. Casi tanto como su look, con un favorecedor vestido azul.

Pero también hay miembros de la familia de la novia que llaman especialmente la atención de los presentes. No cabía duda de que entre los invitados estaría José Manuel Soto. No solo por ser muy buen amigo de Fran Rivera, sino también especialmente porque es el tío de la novia. El artista está casado con Pilar Parejo, hermana de la madre de Sibi Montes.

Mientras que Sibi Montes ha confiado en su hermano como padrino, su ya marido se ha acercado al altar del brazo de su madre, Fina Pacheco. Muy emocionado y visiblemente nervioso, ha recibido a los invitados y saludado a familiares y amigos hasta que llegaba la novia. No se hizo de rogar y no quiso hacer esperar mucho a su chico. Una vez ya convertidos en marido y mujer, al abandonar el templo religioso entre vítores y aplausos de sus seres queridos, que les felicitaban entre muestras de cariño por el paso que acababan de dar, pusieron rumbo a saciar el apetito. Fue una jornada cargada de emociones y qué mejor forma de rematarla que estimulando el paladar con la propuesta gastronómica del Real Club de Golf Vista Hermosa.

Allí, a diez minutos en coche de la Iglesia de San Francisco del Puerto de Santa María de Cádiz, ambas familias ya convertidas en una brindaron por la felicidad de los novios. Sibi Montes y Mateo Ibáñez Pacheco ponen así el broche de oro a un romance que comenzó tres años atrás en los pasillos del Club Atlético Central, donde él jugaba y ella ejercía de psicóloga. Desde entonces, aunque de forma discreta, han dado buena cuenta de que se han convertido en inseparables, de ahí que hayan decidido dar el paso de apostar por el matrimonio. Ella ya lo hizo anteriormente con Álvaro Sanchís, pero lo suyo no funcionó.