La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a Rafael Amargo del delito contra la salud pública por el que la Fiscalía solicitaba una pena de 9 años de prisión. El tribunal anula como prueba las escuchas telefónicas porque considera "insuficiente" el pretexto utilizado por las autoridades para agraviar el secreto de las comunicaciones, y más allá de esas grabaciones considera que "no existen elementos independientes que permitan acreditar el tráfico de drogas y la asociación y organización entre los acusados, ni el intento de financiación de producciones artísticas derivadas de la comisión de actividades ilícitas".

Una buena noticia para Amargo que llega después de cuatro años de lucha y varios meses de prisión. A su salida del tribunal, el artista se ha mostrado satisfecho pero molesto por el tiempo perdido: "¿Quién me devuelve estos cuatro años?".

Su abogado, el mediático Marcos García-Montes, asegura que va a estudiar a fondo la sentencia y deja la puerta abierta a emprender acciones legales contra las autoridades que aprobaron y llevaron a cabo la operación contra Amargo: "El tema de la Policía y la detención será motivo de la correspondiente reclamación".

Sin entrar en muchos detalles, el letrado pone el foco en supuestas irregularidades que se habrían cometido durante la investigación, y tacha de cuestionables algunas circunstancias bajo las que se produjo la detención de Almagro.

"Según la Audiencia, no fue una detención fundamentada en derecho, y lo más grave es que el jefe de policía, que estuvo con un tema de Villarejo que estaba en esto, tendrá que dar cuentas de por qué le detuvo y quién hay detrás de toda esta detención, que a mí me parece por lo menos sospechoso. Por lo menos", expone García-Montes.

Por su parte, Amargo se reafirma en sus reproches a la Administración por todo el tiempo que dice haber perdido, y abre la posibilidad de relatar todo lo que ha vivido dentro de poco: "Yo ahora que tengo la verdad y la justicia en mi mano, lo que tenga que hablar lo diré donde tenga que decirlo. Yo les dije que llevaba razón, y todo el mundo esperaba esto. Han sido cuatro años esperando, ¿y ahora qué?", pregunta.

De momento, lo primero que quiere hacer tras ser absuelto es comunicar la buena nueva a su familia, quienes no se han separado de él a lo largo de todo este calvario con la Justicia: "Sobre todo, lo que quiero es contárselo a mi padre y a mi madre que es a quien se lo tengo que contar".