Este domingo tuvo lugar la noche de San Juan, en la cual las playas se llenaron de hogueras, fiestas y proliferaron los rituales para atraer la buena suerte y dejar lo malo hacia atrás. Ante esto participaron varios de los rostros más conocidos del panorama nacional.

Sara Carbonero e Isabel Jiménez, compartieron a través de sus historias de Instagram cómo celebraban la noche en una pequeña fiesta junto a sus amigos y mostraron cómo quemaban sus deseos ante el fuego. A esto, se sumaron otro de los rituales más conocidos de San Juan, al unir diferentes flores y plantas en agua. "Mira, por ahí asoma un nuevo verano invencible", escribía Carbonero, mencionando que Jiménez era su "fotógrafa favorita".

Vetusta Morla

Paula Echevarría y Miguel Torres, compartieron un vídeo en el que sonaba de fondo la famosa canción '23 de junio' de Vetusta Morla. En este, se veía a la pareja quemando sus deseos al ritmo de este tema. "Qué se queme todo lo malo", escribió la actriz también en una de sus historias de Instagram. Además, la pareja, preparó una pequeña hoguera en su jardín sobre la que saltaron.

La confesión de Vicky Martín Berrocal

Por otro lado, Vicky Martín Berrocal, que se encuentra en El Palmar, Cádiz, junto a su madre, su hermana y varios amigos, también quiso detallar cómo vivía ella esta noche. "El agua es otro de los elementos sagrados de la noche de San Juan. La tradición marca saltar las siete o nueve olas en el mar o incluso bañarse desnudo en la playa, entrando de espaldas al agua para traer salud, dinero y amor, pero no todo el mundo tiene la suerte de tener el mar cerca. Así que bastará con que te des un baño en cualquier agua natural que tengas cerca. Al agua que voy de casa, y como es salada, imagino que valdrá. Voy a pedir un deseo, o varios, salud y amor", manifestó. A estas palabras le siguió una misteriosa confesión: "A dormir, que mañana es un día importante donde tengo que tomar muchas decisiones", indicó, sin dar más detalles al respecto.

Historia de la noche de San Juan

Las hogueras de San Juan tienen su raíz en una ancestral costumbre pagana que marcaba el solsticio de verano: las antiguas comunidades del hemisferio norte encendían fogatas para dar la bienvenida al buen clima y para atraer la prosperidad. Muchas culturas, vinculaban estas llamas al culto solar, como en el caso de los antiguos incas, quienes honraban al dios Inti con una festividad que marcaba el inicio del nuevo año. Con la llegada del cristianismo, la Iglesia vinculó este rito pagano con el nacimiento de San Juan Bautista y se convirtió en una de las noches más especiales del año.