Entrevista
Marc Giró: «Soy irresistible para cualquiera»
El presentador de «Late Xou», en La 2, descubre su cartel del Orgullo durante una conversación hilarante
Después de 24 entregas los martes por la noche en La 2, Marc Giró (Barcelona, 1974) despedía esta temporada de «Late Xou» con uno de esos monólogos que luego se imponen en redes. Este último se lo ha dedicado al Papa Francisco por no haberle incluido en la troupe de cómicos que visitó El Vaticano. Una ausencia que justificaba con un «lo entiendo, porque nosotras no somos humoristas, somos maniquíes», comenta a LA RAZÓN. Lo cierto es que Giró, licenciado en Historia del Arte, se trata de alguien inclasificable e irrepetible. Tanto que, en esta entrevista, les va a costar descubrir si hay una confesión real entre tanta respuesta ingeniosa.
Por «Late Xou» han pasado desde Marisa Paredes hasta Yolanda Díaz pasando por Belén Esteban y Kiko Rivera. ¿Qué revelaría en una reunión de amigos que pueda confesarnos?
Todas y cada una de las estrellas que han estado ya en el programa se han quedado con ganas de más. Evidentemente, es porque soy irresistible.
El crítico David Vidal ha dicho de usted que «tiene tanto de vedette como de filósofo griego». ¿Tiene razón?
Creo que el señor Vidal, más que por mi intelecto telegénico, eso lo dirá por mi cuerpo serrano, que es turgente, un cuerpo de «folie», y, a pesar de la edad, bastante praxiteliano. Y le agradecería, ya que estoy en este proceso de autocosificación, que hiciera constar en acta que lo tengo todo al natural y que no hago deporte desde la E.G.B., cuando la educación física era asignatura obligatoria, si no, de qué.
Tras muchos años de autónomo, viento en popa a toda vela, ha desembarcado con programa propio en RTVE. ¿Ha tenido que adaptarse a la televisión de servicio público?
A parte de ser donante de sangre, hace años que he donado mi cuerpo y mi alma al público soberano, en eso soy un mártir, como las folclóricas, o sea, que vengo adaptado de serie. Además, me leo la Constitución cada día antes de salir de casa. Al ente público llego siempre muy preparado.
En sus monólogos da caña a los super ricos y ofrece consejos para infieles. ¿Utiliza el humor con el fin de hacer crítica social o por quién nos toma?
El humor, mire usted, lo utilizo para casi todo. Lo contrario, la seriedad, hace caer a uno en la cursilería.
¿Que su marido, Santi Villas, sea además el director de su programa es otra de sus suertes?
Intuyo por la pregunta que tiene usted la institución del matrimonio un pelín mitificada. Lo peor de mi marido es que, además de pareja y director, también es el productor ejecutivo y, como todo queda en casa, me paga poquísimo. Menos mal que soy de naturaleza austera y he aprendido a no vivir por encima de mis posibilidades (de hecho, desde la crisis de 2008, vivo muy por debajo de ellas, vamos, como casi toda España). La ratería de mi marido, eso sí, me compensa porque hace muy buenas paellas, y por ahí ahorro en restaurantes.
Tiene dos perros, llamados Leo y Terry. ¿Qué caprichos les consienten?
Mis perros, al igual que mis amantes, hacen conmigo lo que quieren.
En su Instagram confiesa que tiene «mala hostia» y que sus padres se dieron cuenta y «me mandaron a un internado». ¿Será verdad…?
Pues no es verdad, ha sospechado usted bien. Mis padres no me mandaron a un internado suizo, me enviaron a un correccional de Texas, en los Estados Unidos. Eran los años ochenta, durante el mandato del presidente Ronald Reagan. De ahí que, a día de hoy, siga siendo igual de indómito que entonces, porque, como usted comprenderá, no pasé por el aro, a la par que soy un tipo duro.
¿Cómo sería su cartel del Orgullo de Madrid?
Pues pondría, a sangre, una foto bonita de la canaria Silvia Reyes, que fue una de las pioneras en defender los derechos LGTBIQ+ y, por lo tanto, de la democracia en nuestro país, luchadora antifascista y mujer de bandera, que murió hace poco en Barcelona. Debajo de la foto, un lema: «¡Que no pare la fiesta!».
Le han dado el Premio Ondas y el Nacional de Comunicación casi seguidos. ¿Qué ha hecho para merecer esto?
Soy irresistible para cualquiera. Si usted y yo alargáramos esta entrevista una hora más, acabarían los de su periódico dándome también un premio. Es cuestión de tiempo.
Como licenciado en Historia del Arte le imaginaba coleccionando cuadros. Pero tiene «Clicks» de Playmobil y un caballo….
Es que, para cuadros, ya estoy yo mismo.
En septiembre cumple 50 años. ¿Con qué frase resumiría lo bailao?
¡A uan ba buluba balam bambú !
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