Impacto
Mar Flores, la tristeza y la amargura de la que llamaban “Casanova” femenina
Las demoledoras declaraciones de su hijo en televisión le están pasando factura emocional
Mar Flores ha buscado estos últimos años un perfil más o menos bajo para su vida pública. Salvo su relación intermitente con Elías Sacal y su actividad en Instagram, poco se sabía de su agenda cotidiana. Los paparazzi ya no la seguían como años atrás, cuando la actriz y modelo era una de las figuras recurrentes del mundo del corazón. Muy de vez en cuando aparecía con el empresario mexicano en alguna playa paradisíaca y nada más. En el aspecto laboral, su colaboración en el programa de Susanna Griso le daba algo más de visibilidad, aunque desde hace un mes prefiere mantenerse alejada de los medios, incluida la productora en la que está contratada. El problema de Mar es que, a pesar de no querer ser protagonista más allá de lo que controla, los colaterales no favorecen esa intimidad. Su hijo Carlo Costanzia la ha puesto de nuevo en el foco. El joven, con problemas judiciales que gracias a su madre se han solucionado en parte, tuvo una intervención muy dolorosa en televisión en la que hablaba de su tragedia personal desde niño, con un divorcio durísimo en el que Mar también estuvo desprotegida.
Sus revelaciones son demoledoras y la llevan a esa travesía del desierto de su hijo que conocía y que hizo todo lo posible por reconducir. Los que tratamos a la modelo sabemos que sus desencuentros con el padre de Carlo hicieron muy complicado cualquier entendimiento. Sus relaciones amorosas con Bertín Osborne, Fernández Tapias, Lequio o Martínez de Irujo la presentaron como una Casanova femenina, a pesar de que sus trayectorias amatorias eran muy superiores. Tampoco le favoreció no tener un grupo compacto de amigas que dieran la cara por ella. O el comentario que hizo a los pocos días de la muerte del empresario naviero.
Las declaraciones de Carlo han dejado a Mar fuera de juego emocionalmente. Tiene otros cuatro hijos a los que cuidar, como también hizo con el primogénito, aunque su percepción sea diferente. Pero la relación nunca ha estado rota. Tampoco ahora.
Han pasado por altibajos, pero siempre está ahí para apoyarle y ayudarle. Después de la entrevista, su imagen era de tristeza, muy diferente a la que estamos acostumbrados a ver.
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