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Muy sincero

Juan Avellaneda confiesa su calvario con el cáncer de testículo: “Es algo que sigue ahí”

El diseñador barcelonés se ha sincerado sobre cómo recibió el diagnóstico, cómo lo afrontó en silencio y en qué momento se encuentra ahora en su lucha

Juan Avellaneda Instagram

Juan Avellaneda tiene que convivir con el miedo a que un nuevo tumor le sea localizado y tenga que librar de nuevo la batalla contra el cáncer de testículo. Esta enfermedad se la fue diagnosticada hace veinte años, pero aún no se ha recuperado de ella por completo. De hecho, tal y como ha reconocido el propio diseñador: “Hace unos meses empecé a tener otra vez dolores. Ahora hemos hecho las revisiones y parece que todo bien, pero es algo que sigue ahí”, reconoce en conversación con los reporteros de ‘Europa Press’ en su última aparición pública.

Juan AvellanedaInstagram

El barcelonés está muy concienciado con la idea de restarle miedo a la palabra cáncer y dar visibilidad a la enfermedad contra la que batalla desde hace dos décadas. Así lo ha hecho durante la exposición en el Espacio Cultural Serrería Belga en Madrid, donde ha querido agradecer a la Asociación Española Contra el Cáncer su apoyo a la salud mental no solo de los enfermos, sino también de sus familias. “Es importante que hablemos de esto y, sobre todo, los personajes que somos públicos, que digamos ‘tenemos esto y no pasa nada’”.

“Con 26 años me detecté un pequeño bulto en un testículo. Tengo que decir que lo detecté por un dolor, menos mal”, recuerda Juan Avellaneda, uno de los mejores amigos de Tamara Falcó tras su coincidencia en ‘MasterChef Celebrity’. Cuando recibió la llamada de su médico, “fue tal shock que lo negué y le dije al médico que no podía, que tenía una reunión y que no podía volver hasta dentro de cuatro horas”, continúa relatando cómo recibió la peor noticia de su vida.

Juan Avellaneda, durante su entrevista para LA RAZÓN. Foto: Cristina Bejaranolarazon

Cuando le comunicaron que padecía cáncer de testículos, Juan Avellaneda optó por luchar contra la enfermedad en silencio, sin contar con el inestimable apoyo que le podría brindar su entorno: “No les quise decir nada a mis padres, porque mi madre acababa de pasar por un cáncer de pecho y no quería preocuparla. Lo gestioné un poco mal”. Algo comprensible, pues tenía tan solo 26 años: “Acabas la carrera, empiezas a trabajar y que te digan esto…”.

Pero ahora no solo no lo esconde, sino que lo habla abiertamente, pues sabe que su ejemplo puede ayudar a muchas personas. Gente que ya se ha puesto en contacto con él: “Me escribían para decirme que sus hijos lo tenían y que no lo querían aceptar o que les habían puesto un testículo de silicona… hay tantas cosas, que hay que hablarlo y darle visibilidad”, finaliza Juan Avellaneda con este claro mensaje de compromiso.