El espejo del alma
Isa Pi o cómo hacer desaparecer los rasgos raciales
Bienvenidos al universo de Isa Pantoja, una joven, ahora embarazada de su segundo hijo, que ha hecho de su cuerpo un auténtico lienzo de arte estético.
Desde que se convirtió en mamá de Albertito, «la hija de» no ha dejado de visitar el quirófano para conseguir su versión más espectacular. ¡Y vaya que se ha hecho de todo! Después de dar a luz a su primer hijo, la hija de Isabel Pantoja se sometió a una cirugía para mejorar su busto. En mayo de 2014, entró a una clínica privada con la idea de aumentar y elevar sus pechos. ¿Lo mejor? La operación le salió gratis a cambio de ser la imagen del centro. En 2019, decidió que su abdomen necesitaba una puesta a punto. Así que, ¡a pasar 4 horas en el quirófano! Se sometió a una liposucción con marcación abdominal, que no solo elimina la grasa, sino que también ayuda a esculpir el deseado «six pack». ¡Adiós, pancita! Y si pensaba que eso era todo, ¡Se equivoca! En 2022, Isa dejó claro que quería un trasero al estilo Kardashian. Con entusiasmo, confesó que, aunque ama el deporte, este tratamiento la ayudó a lograr un glúteo más proyectado.
Pero eso no es todo. Isa ha ido más allá con tratamientos que transforman sus rasgos indígenas. Consiguió adelgazar la cara, afilándola con un resultado espectacular. Al igual que un maquillador utiliza luces y sombras en el rostro, los médicos estéticos utilizan volúmenes internos y externos, pinchando ácido hialurónico de diferentes densidades. Una cosa que le hicieron fue cambiar la frente plana. Así, rellenaron debajo de las cejas para sacar la mirada y proyectar. Y por último, trataron el mentón y la parte posterior de los pómulos, invirtiendo el triángulo de la cara. Estos tratamientos, eso sí, requieren de un mantenimiento. Dependiendo de las zonas y del tipo de ácido, durará más o menos. Y no se olviden de esos labios. Cada cierto tiempo, se da un retoque que los hace lucir más gruesos.
Antes de su boda, Isa optó por tratamientos estéticos mínimamente invasivos. Se despidió de las arrugas con un cóctel personalizado que iluminó su mirada. También se aplicó un efecto de «contouring» en los pómulos y el arco mandibular, logrando un rostro estilizado y radiante. Para finalizar, se dio un capricho de luminosidad extrema con vitaminas que dejó su piel como nueva. Todo en clínicas Diego de León de la que es imagen. Además, la hermana de Kiko Rivera lleva carillas dentales , microblading en cejas y extensiones de pestañas y pelo. Un consejo, ojo con la huella estética, que en su caso preveo que no será buena.