La infanta Sofía vivió anoche una de las veladas más emocionantes de su vida. La benjamina de la Familia Real presidió junto a su padre, Don Felipe VI, la final de la Eurocopa 2024 en el estadio Olímpico de Berlín, apoyando a La Roja en una noche histórica en la que se proclamó como campeona de Europa frente a Inglaterra. La hermana de la Princesa Leonor y el Rey de España son los más futboleros de la familia y no quisieron perderse el encuentro deportivo y derrocharon muchísima complicidad desde el palco, demostrando ante millones de espectadores de todo el mundo que se llevan a las mil maravillas y dejando unas imágenes de lo más entrañables.

No es la primera vez que la infanta Sofía acude a una final de fútbol de la Selección Española. EL 20 de agosto de 2023 viajó junto a la Reina Letizia a Australia para disfrutar de la final del Mundial femenino de fútbol, día en el que La Roja se alzó como campeona del mundo. Las dos últimas veces que la benjamina de la Familia Real ha vivido en el estadio una final del fútbol, la Selección Española ha ganado el torneo y, por este motivo, la prensa internacional ha bautizado a la infanta Sofía como el "amuleto" de La Roja, ya que les ha traído suerte. "Vanity Fair" Italia señala que la hija pequeña de Don Felipe y Doña Letizia es el talismán de los equipos españoles: "Hace un año celebró junto a su madre la victoria del campeonato mundial femenino y ahora, celebra el campeonato de Europa masculino junto al Rey Felipe".

La infanta Sofía, la otra protagonista del evento

A pesar de haber preferido estar en un segundo plano y pasar lo más desapercibida posible, cediendo todo el protagonismo a la Selección Española antes y después del triunfo, lo cierto es que la infanta Sofía acaparó todas las miradas durante el encuentro deportivo. En el descanso, incluso se atrevió a hacer unas declaraciones en televisión, palabras que han sido muy aplaudidas en redes. "Estoy contenta y emocionada. Vamos bien, pero a ver si hay más ocasiones", declaró con una tímida sonrisa. A diferencia que en Australia, donde sí se atrevió a coger la copa y levantarla junto a la jugadoras, en esta última ocasión prefirió no hacerlo, aunque Don Felipe VI le animó a hacerlo.