Momento delicado
El hijo de Vargas Llosa confiesa si Isabel Preysler se ha preocupado por la salud de su padre
Además, da la última hora sobre cómo se encuentra el escritor peruano
A principios de esta semana se dio a conocer que Mario Vargas Llosa lleva ingresado desde el pasado sábado en la Clínica Ruber de Madrid a consecuencia de una infección de coronavirus. Las informaciones sobre el estado de salud del Premio Nobel de Literatura han llegado estos días a cuentagotas, pero su hijo Gonzalo acaba de compartir nuevos detalles acerca de cómo se encuentra el escritor: “Está estable felizmente, pero bueno, todavía un poco delicado así que está todavía en el hospital”.
Además, ha explicado que, como medida de protección a la hora de evitar nuevos contagios, Vargas Llosa se encuentra solo en la habitación del hospital, aunque pueden acompañarle desde un pequeño espacio anexo. “Podemos estar en un espacio muy cerquita de donde está él. Le podemos ver y a través de una ventana podemos tener contacto con él. Estamos toda la familia y nos estamos turnando para que siempre haya alguien con él”, detalla Gonzalo, muy amable, ante la prensa.
A pesar de la complicada situación, el hijo de Mario Vargas Llosa se muestra optimista y no descarta que “dentro de unos días ya le den el alta y pueda regresar a casa”.
Además, Gonzalo Vargas agradece todas las muestras de cariño y preocupación que su padre ha recibido, “centenares de personas que nos han escrito y han llamado para solidarizarse con él y con la familia, y para preguntar por su estado de salud”.
Personas entre las que, por lo visto, no se encuentra Isabel Preysler. Aunque la “Reina de corazones” ha compartido los últimos años de su vida con el célebre escritor, su hijo asegura que “como te decía, hemos recibido centenares de llamadas y mensajes. Yo no he visto ninguno de la persona que usted menciona”, en alusión a la socialité.
Los que sí podrían haberse interesado por la salud de Vargas Llosa han sido Ana Boyer y Fernando Verdasco. Los dos fueron vistos llegando el lunes por la noche a la Clínica Ruber de Madrid, donde pasaron unas horas antes de abandonar el centro.
El tenista siempre ha tenido un trato muy estrecho con el ex de su suegra, y es posible que haya querido mostrarle su apoyo en este momento complicado que atraviesa.