Apuros

La deuda de Terelu Campos con un prestamista... ¿la tiene ahogada?

La colaboradora de televisión podría estar viviendo por encima de sus posibilidades.

Terelu Campos en "¡De viernes!"
Terelu Campos en "¡De viernes!"Telecinco

Le gusta demasiado el lujo, dicen que se gasta grandes cantidades de dinero en aumentar sus colecciones de bolsos y zapatos, que es incapaz de desprenderse del servicio doméstico y de un chofer que le lleva a todos sus destinos, a pesar del enorme gasto que generan. Terelu Campos podría estar viviendo por encima de sus posibilidades y su situación económica sería de todo menos boyante.

Incluso, según desvela su antigua compañera en "Sálvame" Gema López, tendría una deuda considerable con un prestamista, al que, presuntamente, acudió para tapar algunos agujeros dinerarios. Y los intereses generados por esa posible deuda deben ser desorbitados.

La hija mayor de la recordada María Teresa Campos encontró una salida a sus desatinos concediendo una exclusiva a "De viernes" para hablar del embarazo de su hija Alejandra, y se rumorea que cobró una cifra cercana a los cien mil euros.

Si tenemos en cuenta que por cada día que acude como tertuliana al programa de Televisión Española, "D Corazón", se embolsa seiscientos euros, y tiene firmado un contrato por veinticuatro comparecencias, la cifra resultante es de catorce mil cuatrocientos euros. Al ritmo de vida que lleva, y con tantos gastos caseros, la cantidad parece insuficiente. De ahí, la búsqueda de exclusivas.

Una fuente cercana a Terelu deja entrever que "su anhelo es lograr un puesto de colaboradora fija en "De Viernes", un programa que paga muchísimo mejor que “D Corazon” a sus tertulianos".

En TVE están muy descontentos con la mayor de las hermanas Campos por haber concedido la reciente exclusiva a Telecinco, olvidando que, moralmente, se debe a la cadena que la tiene contratada. Lo único que consiguieron es que apareciera en "D Corazon" el día siguiente a hacerlo en "De Viernes", para contar lo mismo que la noche anterior. Y en las altas instancias de la cadena pública el enfado es monumental.