Siendo el menos mediático de todos los hermanos Martínez de Irujo, y el más discreto, Fernando, el cuarto de los hijos de la duquesa de Alba, posee el distinguido don de estar allí donde se le requiere. Sea un funeral, sea un bautiza, sea del cumpleaños de su sobrina Tana Rivera. Los 25 años, "la edad de plata", como él definió, merecía la ocasión y se sumó a la fiesta de máscaras organizada el sábado 19 de octubre en Madrid.

Se presentó ataviado con un traje clásico de tonalidad oscura, como mandaba el dress code, aunque sin la máscara, el accesorio que definía la temática de esta fiesta de relumbrón veneciano. Como ya es habitual en él, atendió a los medios que se encontraban cubriendo el evento sonriente y educado, pero sin detenerse en los motivos por lo que su hermano Cayetano no había acudido a la fiesta de su sobrino. Teniendo en cuenta que las tensiones fraternales, la pregunta tenía su puntilla maliciosa que el aristócrata supo sortear explicando que el conde de Salvatierra se encontraba fuera de la capital. Antes de incorporarse a la fiesta, Fernando expresó su contento por la celebración de su sobrina y añadió que la había visto "muy guapa".

A pesar de que la pregunta era obligada, con su prudencia dejó claro que la fiesta de máscaras no era el lugar ni el momento más oportuno para dirimir diferencias o conseguir la unión entre los hermanos. Su reserva le ayuda a mantener un vínculo estrecho con cada uno de sus hermanos. Este carácter, al que suma su cordialidad con todos, explica que sea uno de los personajes más habituales en cualquier evento, tanto celebraciones familiares como otros eventos de carácter social y cultural. Nunca ha protagonizado escándalos ni ha sido carne de chismorreos.

De su vida personal no se conoce nada que sea relevante. Nació el 11 de julio de 1959 en Madrid. Su padre fue el noble español Luis Martínez de Irujo y Artázcoz. Estudió Derecho en la CEU de San Pablo y dedica buena parte de su tiempo a la gestión de la fundación del Patrimonio de la Casa de Alba. Ostenta el título de Marqués de San Vicente del Barco que le concedió su madre en vida el 26 de enero de 1994. Esta dignidad, que le da Grandeza de España, le viene de su abuela materna. Aparte del título, la duquesa de Alba, le dejó en herencia la casa marbellí de Las Cañas, además de varias propiedades agrícolas. Está soltero y reside en el Palacio de Liria, un privilegio que le concedió el actual duque de Alba tras la muerte de la aristócrata.