Premios Dial Tenerife

Ana Guerra y la razón por la que se resiste a llamar "marido" a Víctor Elías: "Sigue siendo 'mi chico'"

La cantante explica a LA RAZÓN cómo se siente cinco meses después de su boda con el hombre que le ha hecho entender qué significa el "amor incondicional"

Ana Guerra y Víctor Elías
Ana Guerra y Víctor Elías Gtres

El Centro Internacional de Ferias y Congresos de Tenerife se engalanó ayer por la tarde para recibir a los artistas más relevantes de la música en español en una nueva edición de los Premios Dial Tenerife. Ni el aguacero que descargó sobre la isla logró deslucir el tradicional desfile de estrellas por una alfombra roja que tuvo que trasladarse al interior para que los looks no acabaran pasados por agua.

Una asidua de estos premios es Ana Guerra, que además se emociona al visitar de nuevo su tierra. “Para mí esto es un remanso de paz. Estoy aquí un día y vuelvo a Madrid como si hubiera estado una semana”, comentó a LA RAZÓN, lamentando que al día siguiente pone de nuevo rumbo a la capital “porque tengo que grabar ‘Tu cara me suena’”.

La artista será una de las concursantes del exitoso formato de Antena 3, una aventura que afronta entusiasmada pero también con algo de respeto. “No he imitado en mi vida, y eso es muy difícil, mucho más que cantar porque no puedo sonar a mí. Encima, a los cantantes el público nos exige mucho más”, desliza a este diario, recalcando que por más “agotada” que esté, también se encuentra “encantada porque estoy disfrutando muchas cosas de mi instrumento”. Puestos a imaginar, sueña con ponerse en la piel “de una diva del pop, una Madonna o algo así que tenga algo de coreografía, aunque es agotador bailar y cantar a la vez, sobre todo con tacones”.

Ana Guerra en los Premios Dial Tenerife 2025
Ana Guerra en los Premios Dial Tenerife 2025Gtres

Cinco meses de casada

Ana Guerra todavía disfruta del sabor de su luna de miel con Víctor Elías, con quien se dio el “sí, quiero” el pasado 31 de octubre. Junto a él ha entendido el verdadero significado del concepto “amor incondicional”: “Es todo fácil. No quiero decir que no tengamos puntos de vista diferentes, porque somos humanos diferentes y por supuesto que los hay, pero aun así, sigue siendo fácil”.

Sobre su vida de casada, asegura que “todo sigue igual”, y considera que “eso es lo bonito, porque cuando algo va bien, para qué vamos a cambiarlo”. De hecho, incluso le cuesta habituarse a la etiqueta de marido, un nombre que todavía le rechina: “Le sigo llamando ‘mi chico’ y la gente me corrige. Él me dice: ‘¡Tu marido!’. A lo mejor me resisto porque nos han inculcado que antes, cuando decías ‘marido’, parecía que significaba hipoteca, bebé y tener la vida hecha hasta que te mueras, pero ahora es diferente y nosotros somos dos niños que seguimos jugando con la vida y el amor”.