Alejandra Rubio, cada vez más lejos del consejo de su abuela

Desde que nació Alejandra Rubio, entró en el mundo mediático. Su madre Terelu, que presentaba su programa «Con T de Tarde», quiso que los espectadores estuvieran al tanto de su inminente parto. En aquel momento ese tipo de actualidad feliz contada en vivo y en directo por los propios personajes no llamaba la atención.

Y así supimos que Terelu se dirigía a la Fundación Jiménez Díaz para dar a luz a su hija.Un parto sin complicaciones que por tercera vez hizo abuela a la gran María Teresa Campos. A la clínica llegaron ramos, cestas con primeras puestas de color rosa, peluches y centros de flores.

Teresa Campos reinaba en las mañana de Telecinco y el nacimiento de la bebita fue noticia en su programa «Día a Día» con una conexión en directo. La niña Alejandra fue soplando las velas de sus cumpleaños y, de vez en cuando, en los especiales de Navidad, aparecía para saludar a la abuela. Y así la vimos crecer y convertirse en adolescente. Se sabía que estudiaba en el colegio Santa María de los Rosales, como explicaba Terelu cuando le preguntaban por su hija. Una vez que terminó el primer ciclo educativo, la abuela Campos contaba que le gustaría que estudiara una carrera universitaria. Empezó Derecho, como su prima Carmen, que sí se licenció y en la actualidad vive de su profesión sin cruzar el río mediático.

Alejandra se percató de que lo suyo no era la universidad y se decidió por la interpretación, que alternaba con su trabajo de relaciones públicas y colaboraciones televisivas. La nieta cumplió su mayoría de edad y abandonó el nido familiar para tener su propia independencia que lo fue también económica. Y comenzó su nueva vida como personaje del colorín. Pasó de decir «sé que estoy por ser hija de Terelu y nieta de Teresa» a una actitud en este último año muy diferente. Muy alejada de los consejos que le dio su abuela, que nunca tuvo ningún encontronazo con la prensa y siempre estuvo dispuesta a responder a los reporteros de calle, incluso en momentos difíciles. La hija de Terelu, en cambio, ha tenido desplantes con algunos colaboradores. Y los consejos que recibe de quienes apreciaron a la gran comunicadora coinciden en que a veces hay que bajar varios escalones.