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Entrevista

Esther Doña: “Le echo de menos y me emociono pensando en él”

La colaboradora acaba de alcanzar los 45 años y, tras superar una etapa «difícil y dolorosa», afronta el 2023 «con positividad», extrañando al marqués de Griñón

Esther Doña Jose Ignacio ViserasGTRES

El nombre de Esther Doñaempezó a sonar entre la opinión pública hace casi una década, ligado a la figura de Carlos Falcó, el entonces marqués de Griñón. Se conocieron en 2015, durante una cata de vinos en la que ella trabajaba, y el aristócrata quedó tan prendado de ella que no tardó en mensajearla. «Voy a luchar porque lo nuestro salga adelante, eres una mujer extraordinaria. He tenido la suerte de conocerte cuando menos esperaba. Voy a misa y rezaré por ello», le escribió en una ocasión, tal y como narra ella misma en su libro, «La vida de un gran hombre a través de mis ojos». Aunque al principio se hizo de rogar, su historia terminó llegando a buen puerto y el aristócrata se refirió a ella públicamente como «la mujer de mi vida». Ese amor que los dos se profesaban se oficializó un año después, durante una íntima boda a la que solo asistieron los abogados de ambos como testigos. A partir de ese momento, Doña se convirtió en marquesa de Griñón y su rostro empezó a frecuentar las páginas del papel couché.

Ocho años después de su salto al mundo mediático, la escritora ya se ha hecho un hueco en la crónica social, independiente a cualquier otro nombre, ya sea el de Carlos Falcó o el de Santiago Pedraz, el juez de la Audiencia Nacional con el que mantuvo una relación de cerca de un año y que terminó el pasado verano.

La ruptura, rodeada de cierta polémica, llevó a Esther Doña a protagonizar los principales titulares de la prensa del corazón, y los menos amables no la dejaban en muy buen lugar. «Todo esto me está sorprendiendo muchísimo. Lo que me gustaría ya es zanjar este tema. Esta relación se ha roto, que cada uno sigamos nuestra vida, nuestro camino», se quejó Doña. Dicho y hecho, pasada la tormenta y con las aguas ya calmadas, la colaboradora hace «un balance positivo» de este 2022. «A pesar de todo, el año está acabando bien. También empezó bien, aunque lo que pasó en medio fue difícil y doloroso. Pero bueno, lo importante es cómo acaba, y lo acabo feliz y contenta», explica a LA RAZÓN. Además, se muestra «positiva» de cara al próximo 2023, y segura de que será «un año mejor». Eso sí, como todos, manifiesta su preocupación sobre el repunte de contagios de coronavirus en China y las consecuencias que se podrían desencadenar en Europa a medio plazo: «Estaba hablando antes con un amigo sobre esto, porque lo que está pasando allí es terrible. Esperemos que no venga aquí otra vez, a ver si acabamos ya con esto».

La Nochevieja coincide con su cumpleaños, «una fecha que me gusta porque es como cerrar un ciclo». Afronta la siguiente añada con los 45 recién cumplidos y llena de ilusión, especialmente por la nueva aventura profesional en la que se ha embarcado y con la que dice estar muy contenta.

Esther Doña y Santiago PedrazRaúl TerrelEuropa Press

Su faceta televisiva

El pasado mes de septiembre, aterrizó en la parrilla televisiva de Antena 3 «Y ahora, Sonsoles», el nuevo espacio de Sonsoles Ónega tras su salida de Telecinco. Junto a rostros muy conocidos de la pequeña pantalla como Fabiola Martínez, Juan Avellaneda o Tamara Gorro, Esther Doña se convirtió en una de las colaboradoras habituales del programa, sumergiéndose así en una nueva etapa en la que empezó a brillar con luz propia, sin que la acompañara la pesada etiqueta de «pareja de».

La tertuliana se siente como pez en el agua frente a las cámaras, y celebra las buenas migas que ha hecho con sus compañeros de plató. «Somos como una familia. Estoy feliz y muy contenta, muy cómoda», recalca Doña.

Tan buena es la relación que ha forjado con el equipo de «Y ahora, Sonsoles» que ha celebrado con ellos su 45 cumpleaños, tal y como ha revelado a LA RAZÓN. «Después del programa, me han organizado una fiesta sorpresa y lo voy a pasar con ellos, aunque no sé dónde. Imagino que iremos a un restaurante y después, pues no sé…», cuenta entusiasmada.

Coincidiendo con el final de año y con su entrada a los 45, Doña hace borrón y cuenta nueva, adentrándose en un 2023 que recibe con ilusión y muchos nuevos propósitos.

«Le echo de menos y me emociono pensando en él»

Poco después de la muerte del marqués de Griñón, las principales revistas del cuore patrio empezaron a relacionar a Esther Doña con otro influyente hombre de la sociedad madrileña. Se trataba de Santiago Pedraz, y aunque los primeros meses de su romance estuvieron marcados por el inmenso cariño y complicidad que derrochaban, la colaboradora siempre dejó claro que Carlos Falcó era «el amor de mi vida», tal y como se refería a él en su libro. Es más, tras su ruptura con el juez, confesó en «Y ahora, Sonsoles» que el difunto aristócrata ocuparía para siempre un importante lugar en su corazón: «De quién he estado enamorada y sigo estando enamorada es de Carlos Falcó, de mi marido. Le echo de menos y todavía me emociono cuando pienso en él».