Es una esposa coraje, la mujer que lleva años cuidando a Bernardo Pantoja, su más fiel apoyo y su paño de lágrimas. Se llama Junco y hoy está desolada. Por dos motivos: por el empeoramiento del estado de salud de su marido, y por la humillación sufrida en el hospital donde se encuentra ingresado Bernardo, por parte de Isabel y Agustín Pantoja. Porque según han contado en “Sálvame “, la tonadillera y su hermano no quisieron coincidir con su cuñada en la habitación del enfermo.

Como ya hemos publicado, Bernardo podría haber empeorado en las últimas horas y se teme por su vida. Pero, lo que no se entiende es que se avisara a los hermanos y a la hija del paciente ante la gravedad de la situación y no se hiciera lo mismo con su esposa, que se enteró cuando una persona acudió a su casa a pedirle la documentación de su marido. Fue al preguntar para qué se necesitaba cuando le pusieron al tanto del asunto, y salió corriendo hasta el centro hospitalario, encontrándose con que ya estaban allí la cantante, sus hermanos, Agustín y Juan, y Anabel, la hija de Bernardo.

La tensión, nos cuentan, fue evidente, no existe la menor conexión entre Junco y sus cuñados, y la bailaora de origen japonés, en un estado de nervios excesivo, salió de la habitación para dirigirse con un amigo de su esposo a la cafetería. En el momento de escribir estas líneas, el estado de Bernardo es muy preocupante. Ya veremos cómo evoluciona.