Amador Mohedano, el gran ausente en la inauguración del museo de Rocío Jurado

Amador Mohedano fue el gran impulsor del proyecto, el primero en tomar la iniciativa para sacarlo adelante. Pero su figura ha quedado en el olvido, apartado de una iniciativa que se hará realidad el próximo uno de julio, el gran sueño de Rocío Jurado.

Ese día se inaugurará el museo dedicado a la cantante en su tierra natal, en Chipiona, y el hermano de ‘la más grande’, Amador Mohedano, no estará presente en el acontecimiento.

Dicen en la localidad que sus diferencias irreconciliables con su sobrina y heredera universal de la artista, Rocío Carrasco, motivaron su apartamiento, que la hija de la Jurado se quitó de en medio a su tío para ocuparse ella, y su marido Fidel, de las conversaciones con el ayuntamiento chipionero.

Fidel Albiac y Amador Mohedano nunca se llevaron bien. Y Rocío Jurado lo sabía. Intento que las aguas volvieran a su cauce, pero no logró sus propósitos. Ya estaba demasiado enferma como para meterse en guerras familiares.

El hermano de la chipionera ya ha confirmado que no iría a esa inauguración ni aunque le invitasen. El rencor es más fuerte que el perdón. Visitará el museo cualquier otro día, nadie mejor que él conoce la ubicación de las salas, el contenido de las mismas, porque estuvo mucho tiempo coordinando los trabajos.

Hoy llora por las esquinas su pesar, clama al cielo por su ostracismo, pero sus lamentos no encuentran respuesta. Es un hombre olvidado.