María del Monteesconde con misterio la identidad de la persona de la que se ha enamorado tras mucho tiempo sin pareja. Están en el inicio de la relación y la la cantante ha recibido una petición muy clara de ese amor escondido: no salir del anonimato. Y ella cumple a rajatabla ese deseo.

La vida sentimental de la artista ha conocido tres grandes amores, que se mantienen ocultos al gran público, y este cuarto va camino de convertirse en una copia de los anteriores. A María nunca le hemos escuchado hablar de sus relaciones, siempre las ha mantenido ocultas, y si alguna vez se ha referido a ellas lo ha hecho desde la ambigüedad más absoluta.

Tras una última etapa marcado por la desgracia, sobre todo, por el fallecimiento de su madre y dos de sus hermanos, a los que estaba firmemente unida, la reina de las “sevillanas” parece ir recuperando la ilusión y las ganas de encarar el futuro con optimismo.

Hace unos días sacaba un nuevo disco con once temas de sevillana, “Todo vuelve”, tras catorce años sin tocar un género que le ha traído grandes satisfacciones profesionales.

Los que la conocen bien la consideran una mujer con una fortaleza increíble.Pero perder a tres seres tan queridos en apenas dieciocho meses hizo mella en una mujer que, a pesar de su gran carácter, en el fondo es súper sensible.