Corría el año 2017 cuando José Fernando, el hijo de Rocío Jurado y Ortega Cano, fue ingresado en el centro San Juan de Dios de Ciempozuelos a petición de un juez. Desde entonces, el joven ha permanecido interno en la clínica y solo ha podido salir cuando se le han concedido permisos para asistir a ciertas celebraciones, como el bautizo de su hija, María del Rocío, o el cumpleaños de su hermana, Gloria Camila. Aun así, puede recibir visitas de familiares, amigos y seres queridos, y de vez en cuando le llegan buenas noticias que alegran su estancia en el psiquiátrico.

Así acaba de ocurrir hoy. Su hija, la niña pequeña que tuvo con Michu, ha demostrado ser una excelente estudiante y ha terminado el segundo trimestre escolar con todas las asignaturas aprobadas. Pero no solo eso, sino que María del Rocío cuenta con cuatro calificaciones de “excelente”, la máxima que se puede obtener. La nieta de la Jurado comenzará sus vacaciones de Semana Santa con una sonrisa de oreja a oreja, igual que sus padres, que están orgullosos del esfuerzo y trabajo que ha desempeñado en el aula. “Guapa e inteligente, mi niña”, ha dicho la cuñada de Gloria Camila.

Se desconoce si José Fernando obtendrá algún permiso especial esta Semana Santa para poder reunirse con su familia allende los muros del centro San Juan de Dios, pero de seguro que su padre, Ortega Cano, irá a visitarlo como viene haciendo desde que el joven fue internado. El año pasado, se publicó que el hijo de la Jurado podría recibir el alta tras cuatro años ingresado, pero finalmente se concluyó que lo mejor para su salud mental era que su estancia se alargara por un tiempo indefinido. El hermetismo en este sentido es total, y, de momento, nadie de su entorno se ha pronunciado sobre la posibilidad de que por fin abandone la clínica.

La última vez que José Fernando pudo encontrarse con su hija fue en el cumpleaños de Gloria Camila, que se celebró el pasado mes de febrero. Sobre esta reunión familiar se generó cierta controversia, puesto que la única que faltó al evento fue Michu, la madre de María del Rocío. Aunque ella asegura que su ausencia obedeció a motivos laborales, lo cierto es que su relación con la anfitriona es de lo más complicada y se antoja poco probable que fuera invitada.

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