Dos días después, el mundo entero sigue sorprendido ante la bofetada que Will Smith propinó a Chris Rock durante la pasada gala de los Premios Oscar, después de que el presentador hiciera un comentario de mal gusto sobre la alopecia que padece la mujer del actor, Jada Pinkett. Son muchas las personas que se han solidarizado con la actriz y bailarina, que confesó recientemente la enfermedad que padecía. Entre ellas se encuentra Fabiola Martínez, la exmujer de Bertín Osborne, que acaba de revelar mediante una sorprendente imagen que ella también ha padecido importantes pérdidas de su cabello.

“A propósito de lo que ha pasado en los Oscar, tengo que decir que la alopecia es una afectación que podemos padecer tanto hombres como mujeres. Y que es una vergüenza que alguien pueda mofarse de otra persona por este motivo. Yo llevo años aplicándome un tratamiento para controlar la caída”, ha comenzado explicando en su cuenta oficial de Instagram, junto a una imagen en la que se aprecian zonas de su cuero cabelludo que han perdido parte de su pelo. Sobre las causas, Fabiola Martínez ha señalado que “existen diversos motivos; cambios hormonales (menopausia), emocionales (estrés, ansiedad), biológicos o incluso hereditarios”.

La venezolana parece encantada con el tratamiento al que se ha sometido para recuperar la densidad de su cabello, y recomienda a las personas que padezcan un trastorno de este tipo que busquen una solución adecuada: “pero en todos esos casos, con una atención adecuada en los inicios, se puede conseguir muy buenos resultados”.

De hecho, Fabiola Martínez ha compartido unas imágenes en las que muestra la comparación de antes y después de someterse al tratamiento, y lo cierto es que la mejora es evidente. “Si es tu caso no sientas temor o vergüenza, busca ayuda profesional”, recomienda la venezolana.

Su confesión ha llevado a Cristina Cifuentes a hacer la propio. Al parecer, la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid también sufrió pérdida de cabello tras el grave accidente de tráfico que casi le cuesta la vida. “Hace 8 años, tuve un gravísimo accidente y, a consecuencia del estrés postraumático y una larga estancia en la UCI, el pelo se me caía a puñados. La ventaja de haber estado al borde de la muerte es que sobrevivir se convierte en la única prioridad y todo lo demás pasa a ser accesorio. En cualquier caso, en esas circunstancias es fundamental no agobiarse (porque el problema empeora) y ponerse en manos de un buen dermatólogo”, ha recordado la expolítica.