Bio
Odei Jainaga: de la jabalina a Mister Vizcaya
El vizcaíno aspira a guapo oficial de España, a la que vez que apunta a los Juegos Olímpicos de París 2024
Odei Jainaga, plusmarquista nacional de lanzamiento de jabalina, será el candidato al título de Míster España el próximo otoño. Odei, de 24 años y natural de Éibar (Guipúzcoa), reside en Guecho (Vizcaya) desde hace seis años, donde se encuentra concentrado en el Centro de Perfeccionamiento Técnico (CPT) de Fadura. Su vocación es el deporte. Jainaga es graduado universitario en Magisterio, además de entrenador de atletismo. Odei, tiene un currículum deportivo envidiable. Además de ser atleta olímpico como lanzador de jabalina en Tokio 2020 es, además, tres veces campeón absoluto de España en 2021, 2020 y 2017, subcampeón en 2019 y tercero en la Copa de Europa de Naciones 2021. Jainaga abandonará, el próximo otoño, el tartán de las pistas de atletismo para competir con los 52 candidatos por el título que les designará como el guapo oficial de España. Si lo consigue participará en el llamado «Grand Slam», los certámenes Miss Supranational, Mister Supranational, Mister International, Mister Global y Caballero Universal.
El joven, sin experiencia en el campo del modelaje más allá de su afición por hacerse fotos para sus redes sociales, salta a la palestra por un motivo importante, disfrutar de una oportunidad única y conseguir dinero, de paso, para proseguir con su carrera como deportista de élite y participar en los Juegos Olímpicos de París 2024. La competencia no es un problema para él, acostumbrado a dar lo mejor de sí mismo desde pequeño. Jainaga estableció en mayo de 2021 un nuevo récord de España de lanzamiento de jabalina, con una marca 84,80 metros, en la primera jornada del Campeonato de Europa de selecciones que se disputa en la ciudad polaca de Chrorzow. Jainaga superó en 70 centímetros la anterior plusmarca nacional que él mismo poseía, desde septiembre de 2020, convirtiéndose en el recordman español de lanzamiento de jabalina. Practicó numerosos deportes antes de encontrar en la jabalina su vocación definitiva. De hecho, su primera opción fue el fútbol. De joven militó en las categorías inferiores de la Sociedad Deportiva Éibar, donde compartió vestuario con Mikel Oyazabal, el delantero de la Real Sociedad y de la Selección Española de Fútbol. «Jugaba de extremo en el Éibar, pero vi que tenía más recorrido como lanzador de jabalina», reconocía por aquel entonces.
En su decisión de abandonar el resto de disciplinas para dedicarse por entero a la jabalina pesó de forma definitiva su madre, Cristina Larrea, también deportista profesional y tres veces campeona de España de lanzamiento de jabalina, en la categoría femenina. Con 56,10 metros, Cristina aún conserva el récord guipuzcoano. «Para mí es muy bonito que siga mis pasos. Me hace ilusión», afirmaba la exatleta en una entrevista. Larrea, que llegó a participar con la Selección Española en un Campeonato Iberoamericano y en una Universiada, reconocía la predisposición de su hijo para este deporte. «A Odei siempre le ha gustado lanzar piedras, pero de pequeño nunca cogía la jabalina. Está claro que la genética le ha acompañado: tiene un don».
Sus prioridades
El deportista, en declaraciones, este lunes, al programa «El partidazo», de la cadena Cope, asegura tener claras sus intenciones. Participa con la intención de ganar el certamen pero tiene clara su prioridad. «Prefiero ser campeón olímpico a ganar el certamen. La duda me ofende. Ahora que, desde luego, es más fácil ser Mister España; ser campeón olímpico es una vez cada 4 años y tienes que dar el campanazo ahí», apuntaba. Respecto a los cuidados que sigue para el certamen, el joven reconoce no estar obsesionado por su imagen. Su dieta de belleza se centra fundamentalmente en la rutina deportiva que sigue a diario para competir al máximo nivel en su deporte. Con 1,95 centímetros y 99 kilos, Odei es un portento físico mezcla de músculo y proteína. Como ejemplo baste decir que su índice de grasa corporal es de sólo el 10 por ciento. Pero no siempre fue así. De pequeño reconoce que era un chico más bien pequeño que tardó en dar el estirón. «De pequeño todos los chavales de mi edad habían desarrollado antes que yo, a partir de los 16-17 años fui remontando hasta que al final fui yo quien desarrollé y los pasé a todos».
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