Matrimonio
Rafa Nadal y Mery Perelló siguen sin casa dos años después de casarse
Las obras del que será su hogar se han retrasado por varias razones
El próximo martes 19 de octubre se cumplirán dos años desde que Rafa Nadal y Mery Perelló se dieron el ‘sí, quiero’ en aquella romántica boda celebrada en Mallorca, una ceremonia que atrajo mucha expectación mediática y que contó con dos invitados de altura: los mismísimos reyes Juan Carlos y Sofía. El tenista y su mujer forman un feliz matrimonio que está a punto de celebrar su segundo aniversario de nupcias, pero lo harán sin contar todavía con su propio nidito de amor... La pareja todavía no ha podido mudarse a la que será su casa definitiva porque las obras se han retrasado más de lo esperado.
Desde que se unieron en matrimonio, Mery Perelló y Rafa Nadal se hospedan en la mansión de los padres del tenista, sita justo enfrente del vasto terreno de 1.000 metros cuadrados que este compró en 2013 por cuatro millones de euros y que se convertirá en su hogar cuando terminen las obras de la vivienda, tal y como aseguran desde Vanitatis. Mientras, el matrimonio cuenta con su propio espacio en la casa de Sebastián y Ana María, que parecen encantados de tener a su hijo y a su nuera bajo el mismo techo.
Desde allí, Rafa Nadal y Mery Perelló contemplan el imparable pero lento avance de las obras de la que por fin se convertirá en su casa el próximo verano, cuando se prevé que por fin finalice la edificación. El proceso, según se desliza desde el medio citado anteriormente, se ha alargado más de la cuenta a consecuencia de los trámites burocráticos que la pareja ha tenido que sortear, relacionados con la Ley de Costas y el enclave protegido donde se levantará la morada. Además, el aparcamiento subterráneo de la futura vivienda también habría supuesto un problema, puesto que la forma y composición del terreno acantilado habrían dificultado su construcción.
Tal y como avanzan las obras, parece que a la casa de Rafa Nadal y Mery Perelló no le faltará detalle. Contará con una inmensa y moderna cocina con ventanales al mar, además de un equipado gimnasio donde el tenista podrá entrenar y mantenerse en forma. Tampoco podía faltar una gran piscina exterior en la que refrescarse cuando las altas temperaturas estivales azoten las islas mediterráneas, y una barbacoa de obra en el porche de la mansión para organizar comilonas y banquetes con familiares, amigos y demás seres queridos. Teniendo en cuenta estas comodidades, de seguro que el matrimonio está contando los días hasta que por fin acaben las obras y puedan mudarse a su casa de ensueño. ¡Ya queda menos!