Paloma Cuevas y Enrique Ponce ya están juntos por la comunión de su hija: “Van a disfrutar”

La primera comunión de la hija pequeña de Paloma Cuevas y Enrique Ponce ha traído mucha cola. El evento familiar empezó a acaparar titulares hace varias semanas, cuando se confirmó que Ana Soria no acudiría a la fiesta en calidad de acompañante del torero. Aunque en un principio se señaló a la madre de la niña como culpable de su ausencia, recientemente se ha confirmado desde el círculo más cercano a los implicados que fue la propia joven almeriense la que entendió que no era del todo adecuado que se presentara en la celebración.

Pero ni esta controversia ni las rencillas que hubo entre Enrique Ponce y Paloma Cuevas a la hora de firmar su divorcio han podido aguar el gran día de la pequeña de la casa. A estas horas, la socialité ya se encuentra en la finca La Cetrina, la propiedad de su exmarido donde se celebrará la primera comunión de la benjamina. Allí la expareja se ha reencontrado tras el aluvión de titulares que ha protagonizado, y a juzgar por las palabras de un buen amigo, parece que la paz vuelve a reinar entre ellos. “Lo importante es que la niña sea feliz. Es su día. Paloma y Enrique se llevan muy bien y, por lo tanto, no hay problemas de ningún tipo. Todos van a disfrutar, que es lo importante”, cuentan a Vanitatis.

Paloma Cuevas y Enrique Ponce están ultimando juntos los preparativos de la primera comunión de su hija, que promete ser una fiesta por todo lo alto. La fecha se ha ido posponiendo a consecuencia de la pandemia de coronavirus porque la socialité quería que la celebración de su benjamina se produjera en las mimas condiciones que la de la primogénita, algo que las restricciones de aforo impedían. Ahora que el covid-19 ha dado un respiro y con más de un 70 % de la población vacunada, por fin podrá celebrarse la comunión con relativa calma y normalidad.