La “cuchipandi” de Enrique Ponce consuela a Ana Soria por el rechazo de la hija del torero

A Ana Soria le hubiera gustado limar asperezas con la familia de su novio en el día de la Primera Comunión de la hija de Enrique Ponce, pero no ha sido posible por el rechazo de la familia materna de la niña. La ceremonia tendrá lugar el próximo 11 de septiembre en la finca La Cetrina y tan solo asistirán los familiares y amigos más cercanos.

Pero la estudiante de Derecho ha encontrado en su “cuchipandi” de veinteañeros el mayor apoyo en estos momentos, y el sábado 11 han quedado todos para cenar en Almería. Evidentemente, Enrique no será esa noche el “pagafantas”, apodo que se ha ganado el torero por lo generoso que es al pagar las cuentas cuando comparte veladas con los amigos de su chica.

Dicen que Ana y Enrique ya estarían planificando una futura boda, que podría celebrarse a mediados del 2022. Su relación es muy estable y la diferencia de edad nunca ha supuesto un handicap para ellos. Está por ver si, para entonces, los desafueros entre la almeriense y las dos hijas de Enrique han acabado en un entendimiento por el bien de todos.

El “enchochamiento” de Ponce con su novia es absoluto, quién le ha visto y quién le ve, con Paloma todo era distinto, y los besos y arrumacos se dejaban para la intimidad. Ahora, el descoque y el apasionamiento están al orden del día. Y son públicos.