El espejo del alma: Malú, la lucha por renaturalizar sus retoques en su 43 cumpleaños

Si hay algo que brilla con luz propia en la trayectoria de la talentosa Malú es el espectacular cambio físico que ha protagonizado en los últimos años. A sus 43 años, Malú está radiante, además ha perdido peso y su rostro se presenta ahora más alargado, aunque ya hay muy poco del dulce rostro de la adolescente de 16 años que nos conquistó con su primer gran éxito.

Un episodio sonado en su carrera fue en 2019, cuando volvió a la escena pública muy delgada después de ser madre. La artista no eludió el tema. Con valentía, compartió su lucha contra la anorexia y otros trastornos alimenticios, subrayando la importancia de la autoaceptación y el amor propio.

En su juventud, Malú se sometió a una lipoescultura de brazos, una técnica que ayuda a esculpirlos tonificándolos, eliminando el exceso de grasa y dándoles un contorno más definido. El pecho parece haber sufrido un ligero aumento. De haberse sometido a esta intervención se ha realizado de una manera equilibrada y proporcional.

Al comparar fotos de Malú a los 16 años con su imagen actual, nos viene a la mente la pregunta: ¿se ha realizado algún retoque en su nariz? Ahora parece más fina, pequeña y respingona. Aunque la rinoplastia suele tener un enfoque estético, en ocasiones puede corregir problemas respiratorios que surgen de una posible desviación del tabique nasal, algo fundamental para cualquier cantante.

Sin embargo, un detalle que podría interrumpir esa armonía es el tamaño de sus dientes, que tal vez sean un poco grandes para su rostro alargado. Esta situación se denomina macrodoncia, una desproporción entre el maxilar y los dientes que generalmente tiene orígenes hereditarios. Sin deformidades y con una alineación envidiable, podría corregirse con un tallado selectivo o stripping, un procedimiento que consiste en pulir ciertas piezas dentales para reducir su ancho, seguido de la colocación de coronas que se ajusten mejor al resto de la boca. Malú solía sonreír cerrando la boca, pero ahora parece estar más satisfecha con su sonrisa, ya que sus dientes lucen impecables, tan blancos que parecen haber pasado la ITV, probablemente gracias a un tratamiento de blanqueamiento con gel, peróxido de hidrógeno o carbamida.

Su cabello, que ahora muestra un aspecto muy natural, contrasta con el rubio vibrante de su juventud. Tal vez algunas extensiones y un toque sutil de reflejos iluminan con acierto su rostro.