Hollywood
El «pelotazo» inmobiliario de Chábeli
La primogénita de Isabel Preysler y Julio Iglesias vende por tres millones de euros su casa de Miami
Imagínese una escandalosa mansión en una de las zonas residenciales más deseadas del mundo. 555 metros cuadrados distribuidos en dos pisos en la perla de Florida, en el centro de la ciudad de Miami, frente a la bahía Vizcaína, a cinco minutos exactos de Miami Beach, la playa más famosa del mundo. La finca, acondicionada por los más expertos paisajistas de Estados Unidos, es como para perderse: 1.850 metros cuadrados en los que se suceden los celadores, las palmeras, los patios, una piscina cuasi olímpica rodeada de tumbonas y hamacas... Pero los mayores lujos habitan en el interior de las cuatro paredes: unas estancias por las que algunas revistas de papel «couché» han pagado verdaderas sumas astronómicas por fotografiar. Claro que sus cinco habitaciones y seis baños no serían nada –o serían mucho menos– si no pertenecieran a una «celebrity» de la talla de Chábeli Iglesias.
La primogénita de Julio Iglesias e Isabel Preysler ha decidido poner en venta su propiedad de la miamense calle de Melaleuca a través de la inmobiliaria Christies International Real Estate. En su página web se afirma que la imponente mansión fue construida en 2004 y que ha sido «diseñada y decorada por su famosa propietaria» y es «poderosamente bella». Como siempre ha afirmado Chábeli, su verdadera pasión, más allá de la moda o la televisión, es la decoración y el interiorismo, y sueña con adquirir inmuebles, reformarlos, decorarlos y venderlos a un precio superior. Sobre todo después de que sus múltiples intentos de triunfar en la televisión estadounidense fracasaran y se contentara con ser una dulce ama de casa, enamorada de su ciudad y dedicada a sus dos hijos: Alejandro, de 12 años, y Sofía, que acaba de cumplir dos. Y es que Miami fue la ciudad que la acogió tras el divorcio de sus padres. Allí creció y se formó. Estudió Comunicación Social y trabajó en varias cadenas de televisión de EE UU, sobre todo en los canales de habla hispana como Univisión y Telemundo. También fue una invitada frecuente en el «show» de la cubana Cristina Saralegui y recibió varias ofertas para sumarse a la moda de los «realities» que ahora tanto gustan a sus hermanos. Llegó a tener su propio «talk show» en Univisión, «El show de Chábeli», pero ninguna de estas aventuras cuajó.
La venta de la lujosísima mansión ha sido un visto y no visto, según afirma la agente que inmobiliaria que la ha gestionado. «Es una casa maravillosa, preciosa, y en seguida llegaron las llamadas de posibles compradores», afirma Kathryn J. Taxman. Ella conoció personalmente a Chábeli y a Christian Altaba, su marido desde 2001, y por ello ha tratado de sacarle rentabilidad al hecho de que los propietarios fueran famosos.
Una ganga
Quizá por ello el precio de venta es de 2,8 millones de euros, aunque, teniendo en cuenta las características de la finca, la privilegiada zona que la cobija y el precio del metro cuadrado en la ciudad más latina de EE UU, no es un precio desorbitado, según afirma Dexter Rivers, agente inmobiliario especializado en los enclaves más lujosas de Miami. «Para una mansión de estas características, con el añadido de la decoración y los muebles, ese precio supone una verdadera ganga, y más en estos momentos. Sobre todo porque la zona en la que se encuentra es una de las más cotizadas: cerca del centro de la ciudad pero, a la vez, con la ventaja y la tranquilidad de la bahía y muy cerca de Miami Beach. Es una propiedad de lujo a un precio muy equilibrado», afirma Rivers.
Chábeli Iglesias ha tenido que enfrentarse a mucho para llegar a donde está. En 2011 encontró por fin la estabilidad junto a Christian Altaba, «el amor de mi vida», según ella misma afirma. Con él y con sus dos hijos, Alejandro y Sofía, compartía la mansión que ahora vende. Ambos también figuran como propietarios en su «chalet de vacaciones», un increíble «château» en Hendersonville, Carolina del Norte, rodeado de selectos clubes, campos de golf y parques nacionales. Y, según afirma Jose Lambiet, director de «Gossip Extra», la web rosa líder en el sur de Florida, Chábeli y Christian han adquirido otra mansión en Miami: «Se han comprado una casa en el barrio de Pinecrest, que es donde viven los "acaudalados tranquilos". Se mudan al sur de la ciudad porque quieren llevar a su hijo Alejandro a la Academia Gulliver, una escuela privada top». Además, la zona les permitirá seguir en contacto con la familia, a la que ven con frecuencia. «Aquí, en Miami, Chábeli y Christian no son muy conocidos. Todos sabemos quiénes son, pero no se trata de grandes estrellas», cuenta Lesley Abravanel, periodista en Miami.com y en «The Miami Herald», el diario de referencia en la ciudad. «Miami no es Hollywood. Es más ''suburbana'', por eso los famosos no están obsesionados con la seguridad. Aquí siempre decimos, irónicamente, que las «celebrities» están preocupadas por todo menos por la intimidad. Muchas cosas son más una demostración de estatus que una necesidad real, como el hecho de llevar escoltas. No es necesario, pero significa que eres famoso y que quieres demostrarlo». Abravanel insiste en que en Miami, los verdaderos objetos de deseo de las revistas del corazón –y hay muchos, desde Matt Damon a Julia Roberts pasando por Alejandro Sanz– no se preocupan por estas cuestiones. Y es que una de las ciudades más pobladas de EE UU ha acabado convirtiéndose en el refugio favorito de muchas estrellas, especialmente Star Island, Fisher Island, North Bay Road y Pinecrest, el exclusivo enclave donde residen numerosos deportistas de élite y en el que tendrá su nueva residencia el matrimonio Preysler-Altaba.