Moda
El diseñador de Máxima de Holanda, Beyoncé o Lady Gaga abrirá una tienda en Madrid
Jan Taminiau lanzará su primera colección prêt-à-porter tras muchos años cosiendo alta costura
Jan Taminiau lanzará su primera colección prêt-à-porter tras muchos años cosiendo alta costura.
El diseñador de la reina Máxima de Holanda, Jan Taminiau, inauguró ayer su primera tienda en España. «Me gusta que aquí las mujeres mayores usen colores y estilos más modernos que en Holanda. Creo que la mujer española se gusta», dice a modo de presentación. Desde hace diez años, Jan diseña el fondo de armario de la reina holandesa y ha querido que sea Madrid la ciudad donde puedan adquirirse sus modelos de «prét- à-porter más asequibles. Lleva 15 años diseñando con su propia firma y es el hombre que, excepto su marido el rey Guillermo, está más cerca de la reina. Conoce sus medidas y costumbres, pero jamás las desvelará. Solo se le puede entresacar que tiene el don de gentes del que hace gala Máxima, su simpatía real, la claridad de ideas para tomar decisiones, además «con firmeza», y que habla en español con sus hijos. «A veces se le escapa un ''sí'', pero su holandés es perfecto», comenta.
Entre modisto y reina existe química, una ecuación necesaria para crear trajes tan especiales como el azul eléctrico de la coronación de la primera reina nacida en Argentina. «Hasta ahora, y ya son diez años, nunca me ha puesto ningún inconveniente o prohibido algo, el protocolo es el sentido común. Consiste en que nada sea provocativo o que se salga del sentido común, es como diseñar un vestido a una novia que se casa por la Iglesia, ahí no vas a hacer cosas disparatadas. Vestir a una reina es lo mismo», explica.
Sueño cumplido
El trabajo de costura de Jan no se limita a una sola monarca; también la Gran Duquesa de Luxemburgo y Matilda de Bélgica solicitan sus creaciones. Fuera de los palacios hay que sumar a Lady Gagá, Rihanna y Pilar de Gregorio, hija de la duquesa de MedinaSidonia. «Cuando era pequeño soñaba con hacerles trajes a reinas y princesas y la parte más surrealista de mi vida es cuando el sueño se cumple. Me parece algo irreal. Trato de que mis clientas se sientan como ellas, con la única diferencia es que Máxima de Holanda lo es de verdad. Sin embargo, el tratamiento para hacer un traje es el mismo para todas las mujeres», comenta. De Máxima siempre llama la atención su seguridad y su estilo, que es muy definido porque «es muy sólida en sus decisiones y gustos. Tiene una gran seguridad e inteligencia pero también arriesga en sus estilismos. Te envuelve porque te hace partícipe, tiene una cercanía que enseguida te hace sentirte cómodo». Ahora que abre tienda en Madrid es posible que la reina Letizia se sume a su lista de clientas. «No lo sé, pero todo empieza con una llamada. Para trabajar tengo que despejar tres cuestiones: quién quieres ser, quién puedes ser y qué te permites ser, sin ellas no podré sacar lo máximo», apunta. El número de horas que lleva uno de sus trajes es pura artesanía: un cuadradito de unos diez centímetros puede suponer ocho horas de costura y una falda bordada ochenta horas de trabajo.
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