Decidió sufrir su enfermedad en silencio pero su despedida de este mundo será a lo grande. Así lo confirma en exclusiva para LA RAZÓN el que fuera el creador, junto a su ex pareja Japino, de muchos de sus programas y espectáculos en ltalia. Luigi de Filippis, amigo y mano derecha de Carrá, nos atiende unos segundos al teléfono para adelantarnos cómo están preparando el último adiós a la gran diva.

Luigi de Filippis era de las pocas personas que estaba al corriente del cáncer que sufría la Carrá y que ha acabado con su vida. Trabajó con ella desde que se conocieran en el año 2001 en San Remo y desde entonces, formó equipo con Sergio Japino, pareja y coreógrafo de Rafaella Carrá. El deseo de la estrella de pasar inadvertida en sus días finales y que su enfermedad no trascendiera al público, obligó a su círculo de confianza a mantener en secreto la enfermedad que padecía y su ingreso en la Clínica del Rosario, cercana a su domicilio.

El devastador cáncer de pulmón que le fue detectado hace menos de un año no dio tregua y, consciente de que su final se acercaba, pidió ser ingresada en la unidad del dolor de la mencionada clínica. Allí, falleció ayer a las cuatro y veinte de la tarde, tras ser sedada. Junto a ella estaba su ex pareja, Sergio Japino, y sus sobrinos, Mateo y Federica, hijos de su único hermano, fallecido en 2001 por un tumor cerebral.

Antes de que la enfermedad se la llevara, organizó todo lo relativo a su funeral.

“Raffaella pidió un simple ataúd de madera cruda y una urna para contener sus cenizas” ha desvelado Japino, su gran amor y su mejor amigo. Aunque todavía no se han hecho públicos más detalles sobre su despedida, Luigi de Filippis, revela que “será un funeral a la altura de la grandeza de Raffa”, como la llamaban en Italia.

“Será un funeral televisado-nos adelanta de Filippis- que se celebrará este viernes. Aún se están ultimando los detalles del que será su último gran espectáculo y al que está previsto que acudan sus amigos, personalidades y numerosos rostros del mundo del espectáculo y la televisión italiana. “La noticia de su muerte es casi más importante que la del Papa en Italia” nos confiesa su manager abrumado por la cantidad de mensajes que han recibido de personajes públicas y anónimos al hacerse público su fallecimiento.