La princesa Amalia de Holanda comenzó recientemente su etapa universitaria, un momento que muchos jóvenes disfrutan y que se convierte en uno de los más importantes de sus vidas. Pero en el caso de la heredera al trono de los Países Bajos, lo que tendría que haber sido un importante paso más en su formación ha terminado convirtiéndose en una auténtica pesadilla. Su nación se enfrenta a un gran problema con el crimen organizado, que ya se ha cobrado la vida de rostros influyentes, como el del periodista Peter R. de Vries, que murió asesinado en pleno centro de Ámsterdam.

Ahora, la mafia ha puesto a la princesa Amalia en su diana y la ha amenazado de muerte. Ante esta terrible situación, la hija de los Reyes Máxima y Guillermo de Holanda se ha visto obligada a dejar el piso de estudiantes que compartía en Ámsterdam y recluirse en el palacio real, el único sitio en el que su seguridad puede ser garantizada. Se trata de un panorama muy complicado, especialmente para una joven a la que han privado de algunas de las experiencias más importantes en la vida, aunque sus padres también sufren por su drama.

Así lo ha dejado claro la Reina Máxima de Holanda durante su visita oficial a Grecia. Después de los medios convocados le preguntaran sobre la situación, la soberana ha sido de lo más sincera: “Amalia va bien, pero por supuesto es muy frustrante y no es fácil”. Unas palabras de las que se entiende que la joven princesa atraviesa un momento delicado a raíz de su encierro obligado.

Por lo visto, su vida consiste ahora en ir a clase y regresar a palacio, sin otras paradas o visitas de por medio. Por su parte, el Rey Guillermo ha intentado quitar hierro al asunto y ha celebrado, que, al menos, sus notas son buenas: “Ha tenido su primera ronda de exámenes y ha salido muy bien de ellos”.