Pide ayuda
La denuncia feminista de Vanessa Martín a Irene Montero que la ministra ha ignorado: “Con Pepe Navarro viví la peor experiencia de mi vida”
La ex del comunicador ha dado un paso al frente y ha decidido hacer pública la carta más íntima y a corazón abierto que le ha escrito a la actual Ministra de Igualdad.
Desde que el pasado mes de noviembre Pepe Navarro concediese su entrevista más esperada y polémica en el ‘Deluxe’, Vanessa Martín, ex pareja del presentador a la que la Justicia dio la razón cuando está le demandó, ha alzado su voz a través de las redes sociales para que se la escuche. A pesar de que por el momento su testimonio no ha visto la luz y ha sido silenciado, son muchos los que la apoyan día tras día en Twitter, viralizando diferentes hashtags para convertirlos en Trending Topic y que el asunto llegue a manos del gobierno.
La madrileña ha anunciado públicamente hace unos días que ya ha registrado en el Ministerio de Igualdad su carta más personal dirigida a la ministraIrene Montero. En ella, entre otras cosas, pide desesperadamente que se la tienda la mano, y que alguien con relevancia pública pueda ayudarla a “restituir el dolor y el daño causado”. Una petición que por el momento la protagonista desoye e ignora.
“Ante todo, mis mayores respetos hacia usted como mujer, como Ministra de Igualdad y ante la gran responsabilidad que desempeña en nuestro país. Entiendo que hasta hace unos días era desconocedora de mi caso, ya que han pasado 20 años desde que sucedieron los hechos que pretendo trasladarle y, por desgracia, en ese momento las mujeres no contábamos con el apoyo, ni las ayudas, ni la protección legal que hoy tenemos con la ley de violencia de género”. Así empieza un escrito en el que solo pretende reivindicar su papel como víctima de esta lacra.
“El 29 de diciembre de 2001 tuve la desgracia de vivir la peor pesadilla de mi vida. ¿Se puede imaginar como una joven en ese momento se sintió al recibir tal paliza que pensé que mi vida terminaba ahí? Pensé que nunca más vería a mi familia, y lo peor de todo, que quizás me lo merecía... Después de varias horas de tortura psicológica y física, en las que su única obsesión era que nadie me pudiera ver en esas condiciones, reteniéndome durante horas contra mi voluntad mientras me limpiaba las heridas y le decía una y otra vez que había sido mi culpa... ¿Es justo vivir con miedo tantos años? Ayúdeme, por favor, a que no se apague mi voz y ayúdeme a continuar con una vida sin miedo. Tengo 45 años y me ha tocado revivir algo que creí tenía superado y que me ha vuelto a truncar la vida. No permita, por favor, que se juegue de esta manera con la vida de las víctimas”, concluye.
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