¿Está a salvo Isabel II?

La seguridad de la Reina Isabel IIparece estar en entredicho, después de que hace unos meses dos personas pasearan con total relajación por los terrenos de Royal Lodge, en Windsor, cerca de la Capilla Real de Todos los Santos, donde suele ir la soberana. Es allí donde monta a caballo y por donde pasea a sus corgi. Afortunadamente el 25 de abril, tan solo unos días después del fallecimiento del príncipe Felipe de Edimburgo, no lo hizo, ya que podría haberse encontrado con dos personas, un hombre de 31 años y su pareja, de 29, que fueron detenidos por allanamiento y llevados a la comisaría de Maidenhead. Los intrusos saltaron las vallas de Royal Lodge, donde vive el príncipe Andrés. antes de ser descubiertos. “Andrés estaba en casa. Pero gracias a Dios, la Reina no”, señalan fuentes cercanas a la familia real británica.

«Es totalmente inaceptable y vuelve vulnerable a la Reina. Esto es muy preocupante y las cosas realmente deben cambiar», declaró entonces Ken Wharfe, oficial de protección personal de Lady Diana durante siete años. «Este es un lapso asombroso. Todos estaban en alerta máxima después del primer intruso, en 1982, y ahora esto sucede. Las cabezas podrían rodar. Es imperdonable. La pareja deambuló durante bastante tiempo antes de que alguien los viera y llamara a la policía», ha declarado una fuente cercana a Palacio al diario británico “The Sun”.

No era la primera vez que ocurría. Hacía tan solo seis días, los guardias de Windsor dejaron entrar por error a una mujer en el recinto. Según los tabloides, el 19 de abril, una mujer presuntamente de nacionalidad española y 44 años se presentó en la puerta afirmando que era la prometida del príncipe Andrés y que tenía una cita para comer con él. Los guardias le hicieron señas para que entrara y estuvo veinte minutos dando vueltas antes de entrar en el edifico, donde fue detenida en el vestíbulo como sospechosa de robo y más tarde se le aplicó la Ley de Salud Mental.

También el 10 de julio de 2019 un jovende 22 años logró acceder al palacio de Buckingham y fue detenido tan solo a escasos metros de la habitación donde duerme la Reina. Durante cuatro largos minutos, este hombre logró superar la valla ubicada en la parte frontal del edificio y traspasar varias puertas más hasta que los guardaespaldas de la soberana lograron reducirle y entregarlo directamente a la Policía, que acabó deteniéndole por allanamiento de morada.

Sin embargo el suceso más alarmante y que demostró la vulnerabilidad de Isabel II se produjo el 9 de julio de 1982 cuando Michael Fagan, un joven irlandés, evadió la seguridad del Palacio de Buckingham, entró en la habitación de la Reina Isabel II y la despertó descorriendo las cortinas. Ella logró mantener la calma e incluso mantener una conversación de diez minutos con el intruso, cuyo contenido nunca se ha conocido. Fagan entro en palacio por necesidad, porque estaba desempleado y tenía cuatros hijos a los que mantener. Parece que el hombre solo buscaba desahogarse y las deudas, el paro y la infidelidad de su esposa le dieron la puntilla al pintor y decorador, que se dio a la bebida. La solución la encontró en una voz imaginaria que fue la que le impulsó a invadir la residencia oficial de la Familia Real británica y contarle sus problemas a Isabel II, de la que más tarde reconoció estar enamorado.