Docuserie

Rocío Carrasco sobre la agresión de su hija, Rocío Flores: “Me cruzó la cara de lado a lado”

El octavo capítulo, ‘Miedo’, es uno de los más duros de la docuserie “Rocío. Contar la verdad para seguir viva”

Rocío Carrasco
Rocío CarrascoTelecinco

El octavo capítulo, titulado “Miedo” comienza en el año 2006, con el testamento y herencia de Rocío Jurado, momento en el que Rocío Carrasco se dio cuenta de que su hija, con tan solo nueve años, había cambiado respecto a ella. “La muerte de mi madre es ley de vida, pero yo me encontraba en situaciones que eran antinatura”, refiriéndose a su ex pareja que le demandó en 2006 para modificar las medidas definitivas de los hijos, “ese procedimiento lo pierde en Primera Instancia, en Audiencia Provincial y en el Supremo, y este dictamina y cierra el procedimiento diciendo que esta persona no puede ir en contra de sus actos propios”. Rocío Carrasco demanda al padre de sus hijos por impago.

“Cuando sale la sentencia, Rocío ya tiene 12 años y me dice: ‘tú has querido meter a mi padre a la cárcel, eres una puta...’, yo es por su actitud que no hago esa reclamación judicial que me indica el juzgado penal, dejo pasar seis años sin cobrar pensión para ver si aminorando la marcha judicial, aminoraba la intoxicación que esa persona hacía los niños, pero fue aumentando”, relata Rocío Carrasco, que finalmente hizo la reclamación judicial.

Yo no soy la madre que se le ha vendido a la gente, yo he sido una madre coartada, una madre aterrorizada”, sentencia la protagonista, “lo que se ha dicho durando 20 años es mentira”.

“Empiezo a tener pánico los lunes que regresan los niños (a casa). Vomito, me dan ataques de pánico, de angustia... me aterroriza que llegasen los lunes cuando venían mis hijos”, cuenta Rocío y relata un episodio en el que su hija le reprochaba que a ella no le gustase cierta ropa y complementos que llevaba Ro en ese momento: “Me ha dicho Olga que qué mala madre eres que no me dejas ponerme collares”.

Carrasco recuerda todas aquellas frases destructivas que le decía su hija por aquel entonces: “El niño está mal por tu culpa, porque bebías y fumabas estando embarazada”. “Esa cara de ángel se transformaba en un demonio, en el momento en el que entraba la información de su padre. Yo vivía el día a día aterrorizada, no tenía otra forma de vivirlo”.

Rocío Carrasco
Rocío CarrascoTelecinco

En el año 2010 Rocío y David pidieron pasar las navidades junto a su padre, fue entonces cuando se enteró que el niño estaba hospitalizado por neumonía. “Cogemos el coche y llegamos el día 30 de madrugada. La escena que veo es dantesca: veo a un niño lleno de sueros y cosas, y a Olga metida en la cama con el niño. Cuando llego, se tira de la cama y nos da muchos besos”. Después llega Antonio David y “se tira veinte minutos vomitando”.

Esa que va de madre coraje, es mentira. Esa es la actitud en los medios, de frente ni una tiene una cosa ni el otro tiene huevos”, sentencia con rabia Rocío Carrasco sobre Olga Moreno y Antonio David.

“¿Olga ha cuidado bien a tus hijos?”, pregunta la periodista. “Si me hablas de cuidados físicos o atención, te tengo que decir que no. Me he pasado seis años de mi vida a cazar piojos, de mi casa se iban los niños como dos pinceles cuando volvían tenía que irme de ‘caza’ otra vez”, contesta Carrasco, que asegura que en casa de su padre todos tenían “huéspedes”.

Siguiendo con el episodio del hospital, Rocío asegura que Ro había cambiado con ella y aprovechó la situación para pedirles “auxilio” a Antonio David y Olga Moreno, pero ellos se mostraban incrédulos: “Les pido colaboración para que eso no suceda más: os pido que no me vendáis delante de la niña. Y le digo a Olga que me llame cuando ocurra algo en la casa y tomamos decisiones conjuntas”. Tiempo después Ro le dijo: “Eres una hija de puta, ¿qué te creías que Olga era tu amiguita? No sabes la que os tienen preparada”.

Rocío Carrasco
Rocío CarrascoTelecinco

Miedo: Parte II

“Yo le digo a ella que no le puedo obligar a que me quiera, pero sí a respetarme. Esa sensación te bloquea. Tú no sabes lo que te viene, eso es terror”, prosigue Rocío Carrasco en la segunda parte del documental, y confiesa que su reacción a todo esto es “llorar”.

Comienza la parte más dura del testimonio de la hija de “la más grande” en el que narra cómo le trataba Rocío Flores: “Mi hija me decía de todo: hija de puta, puta, zorra, que yo nunca la he querido, que no la he atendido, me dan asco tus besos, no me toques, al cuarto se va a ir tu puta madre que está enterrada... Eso hay que vivirlo para entenderlo. No son las 24h así, tienen momentos buenos”. “Ella no podía permitirse a sí misma tener ningún sentimiento bueno para conmigo, tenía que ir a casa de su padre con información, con algo...”, relata.

Confiesa que Rocío Flores “jamás” le faltó el respeto delante de Fidel Albiac y asegura que entre ambos tenían una relación “maravillosa”: “Rocío tenía un problema y se lo contaba a él, y yo no quería que eso cambiara”.

Rocío Carrasco relata el episodio que vivió el verano de 2012, de los cuales 11 minutos han sido eliminados por petición de la propia protagonista. Fue ese mismo verano cuando Antonio David presentó una demanda para modificar las medidas pidiendo la custodia de Ro: “Lo que quiere es que, de un día para otro, a mi me quiten la custodia porque hay un informe en el que dice la niña que yo la maltrato”. “El día 11 me levanto y cuando llego a su habitación, ella se está maquillando y peinando, era su momento y le dije ´ha llegado tu gran día’. Yo no me podía creer la sangre fría, ella sabía lo que había hecho y dicho”, relata, “pensé que me iban a quitar la custodia de mi hija”; algo que fue denegado en el momento.

Cuando soy consciente de que mi hija viene a casa conmigo, me entra pavor. Yo salí llorando de pánico. Cuando llegamos a casa, oigo que está pegándole voces al niño, me meto en medio y ella empieza a increparme ‘que sepas que en septiembre a esta casa no me trae ni un juez ni tu madre ni tu padre que están bajo tierra’. En mitad del pasillo me dijo ‘venga, pégame, Rociíto’ y se me echaba encima y me daba con el hombro”, cuenta Carrasco.

Rocío Carrasco se rompe al recordar las agresiones por parte de su hija
Rocío Carrasco se rompe al recordar las agresiones por parte de su hijaTelecinco

“Llega el día 27 de julio, ella ese día quiere desayunar una nectarina y como estaba mala del estómago le digo que desayune ciruelas y ahí se desencadena... ella me desafía, se guarda la nectarina y al ir a cogerla, me cruza la cara de lado a lado. Yo no me creía lo que estaba pasando y empieza a pegarme, pero mientras ella me pega, ella va gritando ‘¡no me pegues, no me pegues!’, y era ella la que me estaba pegando a mi. Yo sabía que eso obedecía a algo que no era normal. Ella me sigue agrediendo... Lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome, poniéndome un aparato de pulsaciones, me metió un Lorazepam debajo de la lengua y la niña se fue. Se monta en el coche de Paco, se asusta con un ataque de ansiedad y él cuenta de de repente se transforma, saca un móvil y dice ‘Papá, ya está hecho’”. Es el relato más sobrecogedor de Rocío Carrasco sobre la agresión de su hija.