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Declaraciones de Ángela Dobrowolski ante el juez: «Mainat me odia»
El programa «Espejo Público» ha emitido en exclusiva parte de la grabación en la que el juez toma declaración a la alemana tras el presunto intento de asesinato a Josep María Mainat
Nacho Abad ha vuelto a sorprender con una nueva exclusiva sobre el caso Mainat. El periodista y colaborador de «Espejo Público» presentaba en el programa de Susanna Griso el vídeo en el que Ángela Dobrowolski presta declaración ante el juez tras ser detenida por intentar presuntamente acabar con la vida del productor catalán. De este modo conseguía que, por primera vez, escucháramos a Ángela defendiéndose de las acusaciones de su todavía marido.
«Le pinché testosterona, le pinché vitamina B12 y le pinché saxenda. Las toma y se las suministro para su bienestar, para mantener la forma muscular, para suplementar la falta de vitamina B12 y la saxenda para adelgazar», relata Dobrowolski en el video sobre los pinchazos a Mainat. Preguntada por sus continuas entradas y salidas de la habitación esa noche, en las que se cuentan hasta 13 visitas a la cocina, Ángela se justifica: «Por las noches era habitual que tuviera insomnio y buscaba comida, sobre todo dulces, no encontraba, me volvía insatisfecha a la habitación y de nuevo el apetito me hizo buscar…».
«Resistiré hasta el final»
En el video emitido en «Espejo Público» también se aborda su situación matrimonial en esos momentos. Y aunque con algunas contradicciones, la alemana trata de defender que todo iba bien: «Es mentira, teníamos problemas y acudíamos a una terapeuta. A veces no dormíamos juntos porque uno se enfada e iba a la otra habitación, pero no estábamos separados». Por eso, insiste en que no entiende que Mainat se volviera contra ella de una manera tan incomprensible.
«Mi marido me acusó de querer matarlo y en el hospital me encontré a su hijo acusándome de esta locura. (...) Estaba a punto de ir a recoger a los niños –se refiere al momento en el que fue detenida–, me puse guapa para ellos y sentí que estaba horas en el coche de los mossos, hacía calor y me entró un ataque de ansiedad; me hacían mucho daño las esposas (…) Resistiré hasta el final. Esto es una injusticia que me está pasando, yo voy a aguantar», afirmaba rotunda ante el juez.
Una de las cuestiones clave de este caso es el posible detonante, algo que Nacho Abad señalaba en el programa, puesto que también fue «Espejo Público» quién reveló en exclusiva las capitulaciones matrimoniales de la pareja. En ellas aparece que Ángela recibiría un millón de euros, más 5.000 euros de pensión compensatoria, más 3.500 euros de pensión para los niños, lo que vendría quizá a apuntar que no existía un móvil económico real, o al menos así lo argumenta su abogado.
Pero ¿qué pasó la noche de autos? Cuenta Nacho Abad que, al parecer, el fin de semana anterior a esa presunta tentativa de asesinato, ellos están en crisis, con altos y bajos, y deciden irse de fin de semana romántico a una de las casas que Mainat tiene en Sant Feliú. Pero una de esas noches, Ángela se va con su amante y le es infiel, lo que Mainat termina descubriendo y finaliza con una discusión la noche en cuestión.
«La infidelidad pasó, no lo puedo negar»
Dobrowolski se refiere a esos hechos así: «La discusión ese día se inició porque mi marido descubrió que el fin de semana, en la segunda vez que quisimos salvar nuestro matrimonio, saliendo fuera de Barcelona y pasando el fin de semana en Sant Feliú, esa segunda vez fue impedida por un encuentro con mi amante. Ahí mi marido cambió el tono y empezó a amenazarme con que me buscara un buen abogado. La discusión fue horas antes de irme a dormir, cenamos juntos, hicimos planes para el verano, acostamos a los niños, les contamos contamos cuentos y calma –explica en el video emitido por Antena 3–. Los adultos nos quedamos un rato despiertos todavía y hablamos de qué haríamos para mejorar nuestra relación, de que saldríamos a caminar, que volveríamos a hacer gimnasia juntos… Eso para mí era un final feliz. La noche no había acabado en discusión, sino en calma, en estar juntos».
Por eso, Ángela insiste ante el juez en que no se creía lo que estaba sucediendo, lo define de «surrealista» y describe lo que vivió en los días posteriores como una pesadilla: «Con segurata en casa, las personas dejaron de hablarme, cada interactuación era de un desprecio y una violencia desmesurada, las humillaciones en público… Con el tiempo he ido asimilando que de verdad me odia. Nunca llegué a entender, porque no he hecho nada a parte de intentar arreglar el matrimonio. La infidelidad pasó, no lo puedo negar, pero para mí no tuvo la misma importancia que para él», declaraba.
En cuanto a la posibilidad de que la alemana pudiera irse de España tras lo sucedido, el juez le pregunta sus intenciones para tantear el terreno y tomar una decisión sobre las medidas que adoptar. «De ninguna manera voy a salir ahora que tengo un proceso de custodia y de divorcio del país, voy a quedarme aquí disponible, voy a estar con mis hijos y no separaría a mis hijos de su padre. Pienso que de momento no está actuando en su interés, pero ni (siquiera) tengo los medios económicos para salir del país y desaparecer. Yo confio en mí, sé que no he hecho nada malo y sé que soy una buena madre. Y en principio confiaba en que tengo derechos y en que estoy protegida, ¿por qué iba a huir?».
Como ya es sabido, el juez, de hecho, no decretó la prisión provisional, pero sí se ha adelantado la vista que tenían prevista para diciembre. Finalmente el domingo 25 de octubre el juez les tomará declaración a ambos en un juzgado de incidencias, según informaba Nacho Abad, y entonces se verá lo que sucede.