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Leli Céspedes: “Tenía que suplicar a Ernesto para que me mandara dinero.”
El bailarín le hacía envíos de 30 o 50 euros pero, casi nunca, le ingresaba la totalidad de los 500 euros que acordaron judicialmente. Por ese motivo, volverá a denunciarle, reclamando el dinero que le adeuda.
Para Lely reconocer ante toda España las penurias económicas que ha sufrido desde su separación de Ernesto Neyra para sacar adelante a sus cuatro hijos, no ha sido fácil. Lo hacía ayer en Viva la Vida confesando a Toñi Moreno que, hablar de Neyra, le supone pasar “un mal trago”. Separada desde 2006 cuando, en la recta final del embarazo de su hijo pequeño y tras cuatro años de matrimonio, abandonó “con un ojo morado” el chalet de Gines dónde vivía la pareja para no volver, la vida de la modelo ha sido un infierno.
La mis malagueña, muy nerviosa y emocionada, en esta primera entrevista tras el encarcelamiento de su ex marido, ha aclarado que Neyra no está en la cárcel por su culpa y que tiene sentimientos encontrados: “Tengo que mirar por mis hijos que están pasando muchas dificultades. Me da pena por su padre que lo estará pasando mal y porque él es el padre de mis hijos. Aún así, no se arrepiente: “No me siento culpable porque esté en la cárcel sino por no haberlo denunciado antes”, sentenciaba muy dura a la vez que reconocía que antes de denunciarlo le dio todo tipo de facilidades para llegar a un acuerdo: “Yo no tengo la culpa, no tenía otro remedio, el dinero es para mis hijos no para mí”.
Lely que trabaja cuidando enfermos y “haciendo lo que haga falta” no ha podido evitar emocionarse al recordar la complicada situación económica que atraviesa: “he vendido mis cosas en mercadillos. Ponía una manta en el suelo y me iba a una hora de Málaga para vender ropa o cualquier cosa para sacar algo de dinero.”
También ha recordado su sufrimiento por no poder dar a sus hijos todo lo que se merecen: “Se me cae el alma. No sabes las veces que he tenido que darles a mis hijos, en Navidades o en su cumpleaños, un vale por un regalo”, le reconocía entre lágrimas a Toñi. “Mis hijos comen todos los días y yo tenía que suplicarle, con mensajes con el emoji de unas manitas, día tras día, que me enviara el dinero. Él leía el mensaje y no respondía. Unos días me mandaba 30 euros, otro 50...”
Toñi le ha preguntado si creía que no le pagaba porque no podía o porque no quería y Leli ha contado detalles sorprendentes sobre el nivel de vida de Ernesto Neyra cuando le aseguraba que no podía pagar la manutención: “Fui una vez a la casa que compartíamos cuando estábamos casados. Había hecho una obra increíble, de más de 60.000 euros, cambiando toda la cocina, poniendo teca en el jardín y arreglando la piscina. Se iba de vacaciones a hoteles y me decía que le habían invitado, que “era todo gratis”.Y yo no tenía para pagarle la excursión a mi hijo o para comprarles unas zapatillas de deporte”.
De los pagos y algunas compras se ocupaba “la hermanísima”, Mari Paz Neyra ,según ha relatado la ex miss: “La hermanísima era quién compraba algunas cosas que necesitaban los niños y de hacer las transferencias. Ella todo lo compra por Internet.”
Esta revelación, sorprendía a los colaboradores, sobre todo después de que Mari Paz, máxima defensora de su hermano en los platós, asegurara en Sálvame que “a sus niños no les falta de nada” y negara “que Ernesto no haya pagado la manutención de sus hijos”. En el aire quedó una pregunta a la que Leli aún no ha dado respuesta: ¿Es ella quién maneja las cuentas del bailarín?.
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