Tribunales
Una servilleta clave en la operación contra Sito Miñanco y su red de narcotráfico
"Había referencias a motores, pantallas y colas, lo que indicaba la preparación de planeadoras", explica el responsable policial
Una simple servilleta con apuntes tachados fue decisiva para destapar los preparativos de un gran alijo de cocaína liderado por el narcotraficante gallego José Ramón Prado Bugallo, conocido como Sito Miñanco.
Así lo declaró este lunes el jefe policial encargado de la investigación en Galicia durante su testimonio en la Audiencia Nacional, donde se juzga a Miñanco y su organización por delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y falsificación de documentos.
El hallazgo de la servilleta, informa Europa Press, ocurrió en julio de 2017, cuando Juan Antonio Fernández Fernández, uno de los principales acusados, descartó el papel al salir de una empresa. Recuperado por los agentes que seguían sus movimientos, el escrito contenía detalles sobre la infraestructura necesaria para preparar las embarcaciones que recogerían un cargamento de 3,3 toneladas de cocaína del buque Thoran.
"Había referencias a motores, pantallas y colas, lo que indicaba la preparación de planeadoras", explicó el responsable policial, señalando que este documento fue un punto clave para desentrañar la operación logística de la red.
Micrófonos y técnicas de descarga
La investigación también reveló detalles sobre cómo la organización planeaba trasladar la cocaína desde el buque a las planeadoras. Gracias a micrófonos instalados, los agentes escucharon conversaciones en las que se mencionaba la técnica denominada "choricera", que consiste en lanzar los fardos de droga al agua de forma escalonada para facilitar su recuperación.
Asimismo, las grabaciones revelaron debates sobre el repostaje de las embarcaciones 'go fast' —narcolanchas utilizadas para transportar la droga—, su distribución por la península y las millas que debían recorrer.
Según el jefe policial, el nerviosismo en la organización aumentó el 12 de octubre de 2017, cuando recibieron noticias de que el Thoran había sido abordado por las autoridades. Aunque no tenían contacto directo con el buque, el nerviosismo se palpó en las reuniones y comunicaciones interceptadas.
Durante su testimonio, el jefe del operativo destacó que todas las grabaciones y seguimientos de la organización se realizaron bajo mandamiento judicial. Los dispositivos de escucha se activaban únicamente en presencia de investigados, y en espacios como un chalé usado por la red, se recurrió a la sonorización para superar las limitaciones de vigilancia tradicional.
En esta causa también figura como acusado el abogado Gonzalo Boye, señalado por la Fiscalía como participante en un operativo para recuperar 889.620 euros incautados a miembros de la red en el aeropuerto de Madrid Barajas en febrero de 2017.