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Galicia

Rescatan a un anciano que estuvo atrapado durante nueve horas en el fango

Susto en Someso, en A Coruña, por un vecino que se desorientó y quedó atrapado hasta las rodillas

Un anciano estuvo atrapado durante nueve horas en el fango nkuonquiLa Razón

Un hombre de 93 años, vecino del barrio coruñés de Someso, perdió larazón, se desorientó y terminó hundido en el fango durante nueve horas. Fue rescatado por una pareja de policías nacionales, durante la madrugada, después de que los familiares alertaran de la situación.

Los hechos ocurrieron en el sector conocido como Braña de Someso, por donde pasa el cauce del río de Mesoiro, canalizado bajo tierra pero que forma una vaguada en la que se acumuló el agua de las últimas lluvias.

La Policía Nacional recibió el aviso de la desaparición casi a las 03:00 de la mañana, donde les informaron que el anciano, que vive en el barrio de Someso, se había comunicado con sus familiares mediante el teléfono móvil para alertarles de que se encontraba atrapado. A pesar de no saber exactamente dónde se encontraba sí acertó a decir que veía árboles de eucalipto y algunos edificios.

Los agentes se dirigieron en primer lugar a la zona de Espacio Coruña y luego llegaron a la calle Braña de Someso. En el sitio los agentes tuvieron que hacer uso de sus linternas para alumbrar la zona, que se encuentra sin urbanizar, y alcanzaron a ver a un bulto que parecía ser una persona, aunque al llamarla no contestó.

La complejidad del rescate

Para acercarse hasta donde se encontraba el hombre, encontraron varias dificultades por las irregularidades que presenta la zona. Los oficiales tuvieron que bajar por una ladera hasta el fondo de la vaguada, que se encontraba totalmente inundada. Alcanzaron a ver una luz que se movía, la siguieron y pudieron ver al hombre de avanzada edad, que se encontraba hundido hasta las rodillas, que no podía moverse y tenía sangre en sus manos, aunque ya se encontraba orientado y consciente.

El anciano explicó a los policías que llevaba atrapado desde las 18:00 horas del día anterior y que no podía salir del barro. Los agentes comprobaron que debido al tiempo que llevaba allí no podía mantenerse en pie y estaba completamente empapado.

Por todas las dificultades que presentaba el rescate, los oficiales primero pensaron en llamar a los bomberos, pero el estado delicado físico del hombre decidieron no perder más tiempo y actuaron de manera inmediata. Estos héroes anónimos se aproximaron hasta él, le extrajeron del lodo y cargar con él sobre sus hombros.

El anciano estaba cansado, con síntomas de hipotermia y muy débil, por lo que decidieron cargar con él durante unos 300 metros, para que pudiera ser atendido lo antes posible. Daba igual que los agentes acabaran con la ropa sucia y empapadas, porque la felicidad de ayudar a quien más lo necesitaba era su princial preocupación.

Una vez que el anciano quedó a salvo y en tierra firme, fue atendido por pidieron los sanitarios y trasladarlo en ambulancia a un hospital, a pesar de que opuso resistencia porque prefería regresar a pie a casa. Gracias a la intervención de su hija y la pareja de ésta, que residen a corta distancia del lugar de los acontecimientos, el hombre entró en razón y accedió a ser tratado al centro médico.