Sucesos
Un preso agrede sexualmente a una funcionaria en la prisión de A Lama, en Pontevedra
La agresión, que incluyó acoso físico y verbal, ha generado un debate sobre la seguridad y la respuesta institucional frente a estas situaciones
Una trabajadora del Centro Penitenciario de A Lama (Pontevedra) fue víctima de una agresión sexual el pasado viernes, cuando un interno del centro la sorprendió mientras realizaba tareas de vigilancia. El suceso ha sido denunciado por el sindicato Acaip-UGT, que subraya la gravedad del incidente y señala que este tipo de agresiones no son casos aislados, sino parte de una problemática más amplia que afecta a las trabajadoras penitenciarias.
Según las denuncias, el interno es un preso con un historial conflictivo, sorprendió a la funcionaria en una de las escaleras del penal, alegando que debía entregarle un documento. Cuando la mujer se acercó para leer el papel, el agresor la sujetó por el cuello, la arrinconó contra la pared y trató de besarla a la fuerza. A pesar de la resistencia de la funcionaria, el preso logró introducir su lengua en su boca y la mordió en el labio superior, causándole heridas. La víctima logró liberarse, pero fue perseguida por el agresor, quien continuó acosándola verbalmente hasta que la funcionaria consiguió llegar a la cabina de seguridad, donde sus compañeros de trabajo pudieron asistirla.
El sindicato Acaip-UGT ha expresado su preocupación por la falta de protocolos eficaces para proteger a las trabajadoras penitenciarias, señalando que este tipo de agresiones reflejan una deficiencia estructural en el sistema penitenciario. En un comunicado, denunciaron que el protocolo de prevención de agresiones no contempla específicamente las agresiones sexuales, a menos que impliquen lesiones físicas visibles, lo que deja a las funcionarias en una situación de vulnerabilidad. Además, indicaron que no existen registros específicos de denuncias por acoso o agresiones sexuales hacia las trabajadoras.
A pesar de la crítica del sindicato, fuentes de Instituciones Penitenciarias han desmentido que el protocolo no contemple las agresiones sexuales, asegurando que el sistema sí permite registrar y actuar frente a conductas delictivas sexuales que puedan afectar a las funcionarias. Asimismo, indicaron que el interno fue trasladado provisionalmente a un módulo de aislamiento, como medida preventiva, tras el incidente.
Este suceso pone de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad de las trabajadoras en el ámbito penitenciario, un sector en el que, según Acaip-UGT, las agresiones sexuales y el acoso laboral son una realidad demasiado frecuente. El sindicato ha reiterado la necesidad de implementar medidas urgentes para garantizar un entorno laboral seguro para las funcionarias, que a diario desempeñan su labor en condiciones de alta tensión y riesgo.
La administración penitenciaria, aseguran desde Acaip-UGT, debe asumir su responsabilidad y adoptar medidas efectivas para proteger a las trabajadoras, promoviendo un entorno libre de violencia y acoso.