En la última gala del cine español, en el momento en el que Richard Gere se encaramó al escenario para recibir el Goya Internacional, atrajo sobre sí todas las miradas. Un instante de atención que resumen una trayectoria cinematográfica icónica, y que permite, al mismo tiempo, reavivar la curiosidad de su conexión con España.

No en vano, en su discurso de agradecimiento, el actor se dirigió a su esposa, la publicista gallega Alejandra Silva. Palabras que volvían a poner el foco en el supuesto interés de la pareja en establecerse en un idílico y peculiar rincón de Galicia.

Así, y aunque su residencia habitual se encuentra en Madrid, en una de las urbanizaciones más exclusivas de la capital a la que se mudaron desde Connecticut, Gere ha aprovechado alguna de sus recientes estancias para recorrer distintos puntos de la geografía española. Entre ellas, Oleiros, un municipio costero de la provincia de A Coruña que parece haber captado su atención.

Conocido por su calidad de vida y sus paisajes naturales, Oleiros es un diminuto refugio que descansa junto al Atlántico y que, como casi todos los terruños de Galicia, tiene sus peculiaridades. La más llamativa, quizás, el hecho de estar gobernado desde hace décadas por Ángel García Seoane, conocido como "Gelo", un alcalde comunista que ha implementado una gestión política singular.

Comunismo en el pueblo más rico de Galicia

Una que le ha permitido, tras más de 40 años al frente del municipio, transformar Oleiros impulsando los servicios públicos, ampliando las zonas verdes o las instalaciones deportivas y mejorando la oferta educativa o cultural.

Esta forma de gestionar, tal vez muy alejada del comunismo, ha conseguido que la localidad no sólo sea la más rica de Galicia, sino que irrumpiese el último año entre las 50 más ricas de España. En este sentido, la renta media de Oleiros alcanza casi los 43.500 euros anuales, lo que supone el doble de la media gallega.

De este modo, y a pesar de su ideología comunista, el regidor se ha ganado durante todos estos años el apoyo de una parte importante del vecindario. Un extraño equilibrio que ha convertido a Oleiros en un referente de gestión municipal. Aspecto al que suma otros que, por decirlo de algún modo, ya venían de serie.

Porque Oleiros ofrece multitud de atractivos para quienes buscan desconectar y disfrutar de la naturaleza. El municipio cuenta con algunas de las mejores playas de Galicia, como la de Bastiagueiro, ideal para el surf y otras actividades acuáticas, o Mera, que destaca por su ambiente familiar y sus vistas al faro de la Torre de Hércules.

Y para aquellos que prefieran el senderismo, el Parque Natural de As Mariñas Coruñesas y Terras do Mandeo cuenta con rutas que esconden paisajes capaces de mezclar acantilados, bosques y ríos. Además, el mirador de Punta Fuentefria se levanta sobre el Atlántico ofreciendo unas espectaculares vistas de todo el litoral.

Actividades para disfrutar al aire libre que se complementan con otras que se pueden vivir en interior. Es el caso, por ejemplo, del Museo Os Oleiros, dedicado a la tradición alfarera de la región, o de las casi infinitas opciones gastronómicas basadas, por supuesto, en productos del mar y de la huerta.

Y todo ello sin olvidar otro de los grandes encantos del municipio: su cercanía a A Coruña; una ubicación estratégica que permite combinar el encanto de la vida tranquila con la oferta de servicios y ocio de una ciudad más grande. Un factor que hace de Oleiros un lugar ideal tanto para establecer una segunda residencia o, incluso, mudarse de forma permanente.