El esgrafiado gallego, una técnica tradicional de albañilería que combina arte y oficio, ha sido reconocido oficialmente como patrimonio cultural inmaterial. Tal y como publica hoy el Diario Oficial de Galicia (DOG), esta forma de decoración arquitectónica, rica en significado y estética, se une al Censo del Patrimonio Cultural, destacándose como un símbolo de la identidad y el paisaje gallegos.

El esgrafiado se realiza mediante una segunda capa de revoco sobre morteros de cal, en la cual se trazan dibujos con herramientas específicas como grafios o cucharines. Antes de que la capa superficial se endurezca, se raspa para revelar la inferior, creando contrastes de color y textura.

Este proceso, que demanda habilidad y conocimiento, ha sido empleado durante siglos en diversas regiones de Galicia, siendo especialmente notable en áreas del sur y este, como las provincias de Lugo y Ourense.

Esta técnica, además de embellecer edificaciones de mampostería, también corrige irregularidades y dignifica las fachadas, convirtiéndolas en auténticas obras de arte. En la Ribeira Sacra, por ejemplo, los esgrafiados se presentan con motivos como gotas, vejigas de pez o estilizaciones florales, reflejando la diversidad y riqueza cultural de esta región.

Un legado en peligro y esfuerzos por su recuperación

Aunque se conservan más de mil edificaciones decoradas con esgrafiados en Galicia, muchas están en estado de abandono.

Consciente de esta realidad, el Consorcio de Turismo Ribeira Sacra lanzó en 2017 un proyecto integral de puesta en valor. Esta iniciativa incluye la rehabilitación de ejemplos significativos, la experimentación con nuevas decoraciones y la sensibilización de la población mediante talleres y jornadas educativas.

Además, se publicó la investigación "Esgrafiados en la Ribeira Sacra. De tradición cultural a recurso turístico", que propone itinerarios temáticos y promueve esta técnica como un atractivo para el turismo cultural y sostenible.

Este esfuerzo busca garantizar que los esgrafiados gallegos sean no solo preservados, sino también celebrados como un emblema de la historia y creatividad de Galicia.

Un código de comunicación con el paisaje

La Dirección General de Patrimonio Cultural destaca que el esgrafiado no es solo decoración, sino un "código de comunicación complejo" que conecta a las comunidades con su entorno.

Cada trazo cuenta una historia de tradición, valores estéticos y sociales, haciendo de este arte una joya patrimonial que merece continuar viva y vibrante en el paisaje gallego.